miércoles, 10 de junio de 2009

Caos establecido

Nazario Soto

No puede correr
No puede levantarse
y destrozar las absurdas paredes
Los alaridos parecen
enloquecer aún mas
al fuego infanticida
Solo era un pequeño cuerpo anónimo
hacinado en la enorme bodega
Solo es un breve cadáver achicharrado
en la obscena mañana:
¿Quién se enriquece a manos llenas
con la previsible tragedia?
La joven si pudo correr
pero ya no logró levantarse
trató de defenderse
con uñas y con dientes
Los alaridos hacen que sus violadores
se ensañen aún mas
con el cuerpo indefenso
Solo es carne desmadejada
echada como un bulto mas
entre la arena furibunda del desierto:
¿Quién disfruta degradando la dignidad de las mujeres?
El hombre no pudo moverse
en la mina no hay hacia donde correr
Toneladas de tierra
inundaron el túnel
La sorpresa es ese lodo
que acalla los alaridos
profundo en la garganta
Solo era una vaga cifra de pérdida
Un número rojo en el libro de contabilidad
de la gran compañía:
¿Quién, quién se nutre hasta el hartazgo
con el heroico sudor de nuestro pueblo?
(...Y el hambre...y la cárcel...y el saqueo...y la devastación...y las balas contra la fragilidad de nuestros hermanos...chingada madre...)
¿Acaso no es claro
que debemos
subvertir para siempre
el caos establecido?
Nada, nada podrá consolarnos
mas que la inevitable
disolución de estas cadenas
Quien hoy se cruce de brazos
mañana andará de rodillas.

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