sábado, 24 de marzo de 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

Benedicto XVI en México: ¿viaje de negocios?

La Jornada

La primera visita de Benedicto XVI a México, que se inicia hoy en Guanajuato, es una confluencia de significados pastorales y políticos que distan de ser alentadores para nuestro país.
En el primero de esos ámbitos, y a reserva de esperar los discursos que habrá de pronunciar el pontífice durante su estadía en el país, un primer aspecto inadmisible de su visita a México es que el Vaticano no haya aceptado realizar encuentro alguno con las numerosas víctimas de pederastia y otros delitos sexuales cometidos por sacerdotes: dicho encuentro sería procedente y necesario no sólo porque Joseph Ratzinger ha mantenido encuentros similares con víctimas en otras partes del mundo, sino también por el papel que desempeñó en el encubrimiento de esos crímenes en México, particularmente los del líder de la Legión de Cristo, Marcial Maciel.

Lo anterior obliga a recordar la indolencia proverbial del Vaticano –e incluso de sectores clericales locales– ante los flagelos sociales, políticos e institucionales que recorren la región, entre los que destacan la pobreza, la desigualdad, la insuficiencia educativa, la insalubridad, la corrupción de las élites gobernantes, la discriminación de los pueblos indígenas, las persistentes afrentas a los derechos humanos y la desintegración del tejido social provocada por las políticas neoliberales, el incremento de la violencia criminal y, desde luego, las conductas delictivas cometidas por miembros de la propia Iglesia.

Por lo que toca al aspecto político, la visita coincide con un avance y un fortalecimiento preocupantes de posturas tradicionales de la Iglesia católica en la agenda pública y legislativa nacionales. Si bien algunos de estos avances se han venido consolidando desde hace meses y años –tal es el caso de las iniciativas que penalizan la interrupción del embarazo en más de la mitad de las entidades del país–, otros parecen estar relacionados, incluso causalmente, con la visita del Papa a México, como ocurre con la reciente modificación al artículo 24 de la Constitución en materia de libertad religiosa, y resulta inevitable percibir, en dicha coincidencia, un afán de autoridades y representantes populares por congraciarse con el alto clero católico de cara a la gira papal que hoy empieza.

Con ese telón de fondo y ante la cercanía de los comicios previstos para julio próximo, da la impresión de que el máximo líder del catolicismo no viene al país en visita pastoral, sino a negociar intercambios con los sectores políticos que aprobaron la modificación señalada: por ejemplo, nuevas claudicaciones legales y constitucionales en materia de laicidad del Estado a cambio de presencia y aliento –en la entidad que es el bastión electoral panista por excelencia– cuando la cita con las urnas está a la vuelta de la esquina.

En suma, la visita de Ratzinger a México deja ver una lamentable pérdida del sentido republicano y laico en el país –pérdida a la que abonan los candidatos presidenciales con su decisión de asistir a un ritual religioso presidido por el pontífice que se celebrará en un sitio público– y el ensanchamiento de los márgenes de maniobra con los que cuenta hoy el clero católico para recuperarse de pérdidas de poder históricas que, hasta hace no muchos años, parecían irreversibles. Se cierran, en forma inversamente proporcional, los espacios para el desarrollo cívico de una sociedad plural, justa, libre, diversa y tolerante.

jueves, 8 de marzo de 2012

Yo que Peña Nieto

SECRETO A VOCES

Alberto Banuet A.

Enrique Peña Nieto, el inalcanzable, la esperanza tricolor, tiene a todo su partido con los nervios de punta. No es para menos, conforme pasan los días, su popularidad desciende.

Tiene Don Enrique varios problemas evidentes y otros que aunque tal vez sean mayores, no son tan obvios al ojo del ciudadano común, probablemente estos, los no tan vistos, sean los que más le estén preocupando estos días de veda.

Me explico.

Los gobernadores priistas ya se habían hecho a la idea de que a partir de diciembre del 2012 tendrían nuevamente patrón, ni modo, gajes del oficio. Todos lo habían asimilado y hasta cierto punto daban por hecho que la vida a partir del 13 sería como antes del 2000…..pero, ahora resulta que empiezan a otear que a la mejor las cosas no son como se pensaban.

¿Qué sucede?

Que muchos gobernadores del tricolor, se empiezan a ver en lo obscurito con Doña Chepina, no vaya a ser el diablo…..incluso, es lo que más les conviene, seguir siendo el virrey de su estado sin que nadie le diga cómo y por donde, es decir, no tener a quien rendirle.

Un juego perverso sin duda, el mismo camino por el que caminó el galgo, sopa del mismo chocolate.

Por el otro lado, Manlio, coyote muy balaceado, también se ha percatado que las cosas no andan bien con el copetón y como no queriendo, está dejando que los gobernadores hagan su libre juego. De Pedro Joaquín no hay nada que decir, a este pobre todo le pasa de noche.

Pues ante esta realidad, yo que Peña Nieto lo primero que haría es correr a mi círculo cercano, a mis consejeros que no son capaces de organizar ni un bautizo, a esos que me mandaron a la feria del libro sin decirme que es lo que me esperaba, a esos que ya se reparten el pastel sin haberlo ganado, a esos que dicen conformar mi cuarto de guerra, a mis estrategas.

Acto seguido, me reuniría con Manlio y su equipo y con los viejos experimentados del PRI, esos que si saben trabajar y entienden de estas cosas, me replegaría y haría como le hizo Ronald Reagan en una reunión del G8 en una ocasión en que no se podían poner de acuerdo las partes y las pláticas se habían tensado….se salió del salón dejando a todos asombrados, por lo brusco del levantón y el portazo y un minuto después entraría sonriente diciendo….buenos días, me da gusto saludarlos, soy Ronald Reagan, ¿podemos empezar de nuevo? Y las cosas, como por arte de magia se arreglaron.

Un nuevo inicio es lo que le falta a Peña, re lanzar su relación con los votantes, reconocer humildemente que es falible, bajarse de su nube y comportarse como cualquier mortal……..si no lo hace pronto, en su salud lo hallará.