La madeja del escándalo de Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo continúa desenredándose en forma de nuevas revelaciones. Si el pasado sábado Benedicto XVI anunciaba la refundación de la orden, después de que los cinco visitadores del Vaticano confirmaran las atrocidades cometidas por el religioso, ayer saltó un nuevo episodio, esta vez en forma de "esclavitud" a cerca de un millar de mujeres. Según el diario mexicano Milenio, durante la investigación se descubrió que Maciel había creado una "congregación" femenina sin el aval de Roma, compuesta por 900 jóvenes, que vivían en condiciones de "virtual esclavitud".
Según el rotativo, las "religiosas" eran aisladas desde el primer momento de su ingreso y sólo podían visitar a sus familias 15 días cada siete años y recibir una llamada telefónica al mes. Eso sí: sus padres podían visitarlas una vez al año. Las mujeres, que oficialmente pertenecían a la rama laica de la orden, Regnum Christi, eran reclutadas entre familias adineradas de España, México, EEUU, Francia, Italia, Alemania y Nueva Zelanda. Debían ser "mujeres sonrientes, con buenos modales, de buena presencia y escasa formación cultural y religiosa", según el periódico. Entre sus obligaciones, estaban la de "no criticar" jamás los actos de los directivos de la orden y delatar a quien lo hiciera.
Estas mujeres debían permanecer en silencio todo el día y tenían que pedir permiso hasta para ir al baño. Según Milenio, a los 15 años de haber sido consagradas con los tradicionales votos de las órdenes religiosas (castidad, obediencia y pobreza) se les exigía entregar la mitad de sus bienes y a los 25 años, la totalidad. Además, "para el cumpleaños de Maciel, cada 10 de marzo, se lessolicitaba un regalo económico'", que consistía en un cheque de unos 250.000 dólares.
Abusos en España
Por otro lado, la Asociación de Víctimas de Maciel, a través de uno de sus portavoces, Patricio Cerdá, denunció que existen al menos 200 casos de abusos sexuales en el seno de la congregación, una veintena de los cuales se produjo en España.
En declaraciones a la Cadena Ser, Cerdá incidió en que habría otros religiosos involucrados y que los dossieres con las denuncias fueron entregados al obispo Ricardo Blázquez durante un encuentro que este mantuvo el año pasado con las víctimas. La mayoría de los abusos en España se llevaron a cabo en el Seminario de Ontaneda (Cantabria). Nunca fueron denunciados ante la justicia ordinaria y tampoco fueron objeto de sanciones por parte de la Legión.
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