lunes, 28 de diciembre de 2009

Los valores de Norberto

Dana Martínez S.

El matrimonio entre personas del mismo sexo “agrede” a la familia y “ofusca” valores, aseguró el cardenal Norberto Rivera Carrera.

Yo le pregunto, señor Rivera Carrera:  ¿A qué valores se refiere?

¿A los  mismos valores que tenía el difunto líder de los Legionarios de Cristo, el pederasta Marcial Maciel?

¿A los valores de estúpida riqueza material que posee Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec?  Cepeda es un claro ejemplo del dicho popular que dice: “lo pendejo y lo rico, no se pueden ocultar” Sus coches, su afición al golf, sus joyas, etc.

¿A los  mismos valores que usted tiene, sr Rivera Carrera,  al proteger al presunto sacerdote pedófilo llamado Nicolás Aguilar Rivera ante la corte Superior de Los Ángeles California?  (por cierto,  ¿lo ha defendido porque se apellida como usted? ¿Es su pariente?)

¿A los valores  morales de cientos -o miles- de sacerdotes que incumplen  con el celibato y que engendran hijos por doquier?

Asegura, sr. Rivera Carrera que el matrimonio entre personas del mismo sexo agrede a la familia? ¿A qué familia se refiere?

¿A la del padre de familia  que va a misa los domingos  y no se arrepiente por  golpear a su mujer todos los sábados que se emborracha?

¿A la del padre de familia que ha violado a sus hijas? ¿ O a sus hijos?

¿A la familia que oculta secretos y maltrata a sus hijos homosexuales?

¿Quizás,  Señor Cardenal Carrera, se  refiera a la familia priísta que está en contra de los derechos de la mujer por decidir la interrupción voluntaria del embarazo?

¿O la familia panista cuya corrupción está documentada y alegremente impune? Como las familias propietarias de la guardería que se quemó en Sonora; o a la familia ilegítima de Santiago Creel o a la nueva familia de Fernández de Ceballos.

¿A qué familia se refiere? ¿A qué valores?  Por favor, señor Cardenal, sea más específico.

El matrimonio entre personas del mismo sexo sólo cumple  lo establecido en el primer artículo de la Constitución de nuestro país.  Léala, sr Carrera Rivera.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gustó mucho tú análisis. No hay que olvidar además, que la iglesia católica debe respetar la Constitución (artículo 130) y las leyes que de ella emanen. Así que si el Código Civil, ahora reformado, se refiere al matrimonio como la unión entre dos personas, que se limiten a respetarlo. Saludos. Arcadio González