Periódico La Jornada
Domingo 6 de junio de 2010, p. 13
Tras enterrar a los tres estudiantes acribillados por soldados el pasado 2 de junio en Reynosa, Tamaulipas, familiares y amigos desmintieron la versión dada a conocer el pasado viernes por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de que los jóvenes –de 13, 15 y 17 años– estaban al servicio del crimen organizado.
¿Cuáles sicarios?, si mi Danielito todavía traía el uniforme de la secundaria. Si estaba arriba de esa camioneta es porque un conocido del ejido les ofreció un aventón, pero ni él ni los otros dos, ni el que se llevaron, eran malos; los criminales son los soldados que me lo mataron
, dijo entre lágrimas María, madre de Daniel Hernández Martínez.
Dijo que el muchacho, quien junto a sus primos César Alejandro y Eduardo Cuéllar fue acribillado en la carretera La Ribereña, que comunica Reynosa con Nuevo Laredo, cursaba el primer grado en la secundaria número tres General Francisco J. Múgica.
Familiares dijeron que el mediodía del miércoles, al salir de clases, los tres menores se subieron a la camioneta Dodge Ram conducida por Óscar Olivares, de 17 años, quien ofreció llevarlos a Estacion Anzaldúas, donde vivían.
En el trayecto por La Ribereña, en las inmediaciones del ejido Los Cavazos, el conductor desobedeció una instrucción de alto marcada por efectivos castrenses, quienes dispararon sus armas largas y mataron a los tres menores. Óscar Olivares permanece desaparecido desde entonces, por lo que su familia pidió la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para localizarlo.
Jesús Ricardo Segovia Leyva, visitador del organismo, dijo que inició un procedimiento para solicitar un informe de hechos a la octava Zona Militar, con sede en Reynosa.
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