miércoles, 30 de mayo de 2012

Al pueblo consciente de México:

No se debe olvidar que el enemigo que enfrentamos tiene muchas caras. Para empezar los partidos políticos, como el PRI que presume de ser el nuevo PRI, pero que recurre a las tácticas de siempre, así, ya inicio con la consabida compra del voto, los montajes de desprestigio y difamación para su único adversario, los acarreos de gente que vende su dignidad y el futuro de sus hijos por una torta y un refresco o una gorra o una cubeta o varilla, cemento, un tinaco, una despensa o simplemente dinero, esta gente no es culpable, el verdadero culpable es otra cara del enemigo, las instituciones que, como el IFE no sancionan estas prácticas, que sirven para justificar el robo del futuro de un país y que olvidad su origen y compromiso para con la patria.
El PAN que lejos de ser un partido diferente, solamente ha terminado la tarea que inicio el PRI, cero crecimiento económico, cero bienestar social, empobrecimiento y muerte. 
El PRD cuya mayoría de representantes carece de convicciones y se vende al mejor postor, es notorio el pobre apoyo que le brindan a su candidato presidencial, mientras la propaganda para los demás cargos es evidente y usan el rostro del candidato presidencial para engañar a la gente, no sería extraño que alguno de ellos le caliente ya la silla presidencial al mejor postor.
El PVE, negocio familiar de vende patrias y asesinos, gente que se cobija al amparo del viejo régimen.
El PNA que representa los intereses de quien es el enemigo número uno de la educación en México, de hecho su candidato ecocida y borrachín ya es un ganador, ya logró el porcentaje requerido para la supervivencia del partido y distrae a la gente mal informada y de voto indeciso.
Otra cara del enemigo son los sindicatos como el de petróleos mexicanos y el SNTE que creen que se les quiere quitar sus privilegios, cuando lo que se quiere es que todos los trabajadores mexicanos gocen de ellos, así es que luchamos contra su egoísmo y sus lideres sindicales que son los que saquean las arcas que pertenecen a todo el pueblo de México.
Una cara más es el duopolio de los medios masivos de desinformación que alienan el pensamiento de millones de mexicanos y crean zombis televidentes y ahora tienen el descaro de pretender crear un presidente de telenovela.
Otra cara, pero más perversa aún, es la ambición sin límite de las familias poderosas de México que no quieren al pueblo, pero si a su escaso dinero, familias a quienes no les importa llevarnos a la pobreza extrema y dejar este hermoso y rico país devastado, destruido y arruinado. De entre ellas destaca la del maximato de la familia Salinas de Gortari, a la que le da lo mismo matar candidatos inconvenientes, integrantes de su propia familia o vender a prestanombres el patrimonio de los mexicanos, que impiden a como dé lugar, la libre decisión de los mexicanos de buscar su propio futuro y que su rapiña no tiene fin.
Los estados unidos de Norteamérica, una cara más de un enemigo que no satisfecho de habernos quitado la mitad de nuestro territorio y asesinar a miles de mexicanos a lo largo de sus intervenciones en nuestro territorio, extrae riqueza a manos llenas y utiliza a nuestra tierra como basurero de sus incontables contaminantes y que nos niegan el derecho de autonomía y por si fuera poco, cuentan con la anuencia de todos aquellos mexicanos que se arrodillan ante su bandera.
Uno más de los enemigos es el de los falsos profetas que venden su infortunio, como la pérdida de un hijo, y se portan serviles con los asesinos, pero duros contra aquellos que pueden darles justicia, cuya tarea consiste en distraer al pueblo para que renuncie al único derecho inalienable que es el de votar.

Pueblo consciente de México, los enemigos son múltiples y tienen muchos rostros, pero no son invencibles. Este primero de julio votemos por el único candidato del cambio verdadero, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador. Vigilemos y defendamos el voto. Estemos conscientes de que ésta es, quizá, la última esperanza de alcanzar nuestra utopía.

“Por una patria libre y justa para todos los mexicanos”

Úrsulo Galván Reyes

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