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2011-04-05 10:46:00
México.- Andrés Manuel López Obrador “está trabajando y poniendo las piezas en el lugar correcto para construir un gobierno fuerte”, afirmó Anthony Garza, embajador de Estados Unidos, luego de mantener un reunión con el político mexicano el 23 de enero de 2006, casi al arranque de la campaña electoral, según un cable filtrado por WikiLeaks al diario La Jornada.
Esa impresión, plasmada en el documento 06MEXICO505 titulado “AMLO, Apocalypse not”, echó abajo el temor del gobierno de George W. Bush, quien sospechó que habría un político que, de llegar a la presidencia, sumaría un gobierno de izquierda más en Latinoamérica.
Tony Garza conversó extensamente con el candidato de izquierda que encabezaba la coalición Por el Bien de Todos izquierda sobre cómo sería el papel de México en la arena internacional bajo su mando y luego envió la información a Washington.
Andrés Manuel “está trabajando y poniendo las piezas en el lugar correcto para construir un gobierno fuerte”. Sin embargo, la diplomacia estadounidense advierte que “para que su gobierno sea efectivo va a necesitar que Estados Unidos juegue un papel determinante en sus programas”.
Al día siguiente de este desayuno, detalla WikiLeaks, los asesores políticos de la embajada invitaron a Jesús Ortega, coordinador de la campaña de Obrador, quien les dio la impresión de no estar al tanto de todos los asuntos importantes relacionados con la agenda lopezobradorista.
Advierte, incluso que ni siquiera tenía idea de que su candidato se había reunido la víspera con el embajador.
Sobre Ortega, los estadunidenses dijeron: “No sabemos si será un buen contacto” para mantener informada a la embajada sobre el curso de la campaña, indica el cable 06MEXICO536.
Piensan que a la luz de las divisiones dentro del partido, “el nombramiento de Ortega como coordinador de campaña fue para aplacar a su fracción”.
Los diplomáticos estadounidense consideraron a AMLO como “modesto, cordial” y “político experimentado”, a pesar de su visión divergente de la del gobierno de George W. Bush.
Dicha opinión cambiará sustantivamente en las siguientes semanas, en la medida en que la campaña avanza y las definiciones de AMLO se distinguen claramente del modelo neoliberal que los conservadores estadunidenses defienden como una doctrina inamovible.
Puntual, Andrés Manuel llegó a la reunión acompañado por sus asesores José María Pérez Gay y Rogelio Ramírez de la O.
Por la parte estadounidense estuvieron los consejeros político y económico de la misión y el director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
La diplomacia de Andrés Manuel López Obrador sería “prudente, consistente con los logros internos”, consideraron los diplomáticos.
El diario detalla que al ser interrogado por Antony Garza sobre su posición frente a Cuba, Venezuela y Bolivia (temas que generalmente López Obrador no aborda en público), “el candidato explicó que cada caso es distinto, que no existe una sola ‘izquierda’ y que no había que olvidar que también Brasil, Argentina y Chile (en ese momento) eran gobiernos de izquierda”.
Pero ante la insistencia del entonces embajador de que México, por su tamaño y su economía, tenía que ser fiel de la balanza en la región latinoamericana, López Obrador aclaró que no le interesaba encabezar iniciativas ni sumarse a los bloques regionales, “específicamente los bloques anti Estados Unidos o anti Mercosur”.
Concluyó que para él no resulta especialmente placentero viajar y que no conocía en persona a Hugo Chávez, a Fidel Castro ni a Evo Morales.
En cuanto a la seguridad y teniendo como prioridad el “combate al narcotráfico y al terrorismo”, López Obrador explicó su estrategia de dos carriles.
Primeramente, según el documento, una reforma constitucional para otorgar al Ejército “más poder y autoridad” en la lucha contra los traficantes de drogas porque “los militares son menos corruptos que las demás agencias de seguridad y pueden ser más efectivos”. Esto, añadió, también acotaría la influencia de la PGR, “demasiado corrupta”, según la redacción del cable.
Segundo, el político de izquierda se proponía una restructuración total del aparato de justicia, consolidando todas las agencias, incluida la policía federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, teniendo como eje a la Secretaría de Gobernación.
En cuanto a la migración, la mejor forma de contener el flujo de trabajadores hacia el norte era promover el desarrollo de proyectos productivos e infraestructura en gran escala, por parte del sector privado con cooperación estadunidense, especialmente en el sureste, donde se originan las nuevas oleadas de migrantes.
La embajada puntualizó que si bien AMLO está dando los pasos correctos hacia la conformación de un gobierno fuerte, “va a necesitar que Estados Unidos juegue un papel relevante.
“Él cree que crear empleos en México para contener la migración será una rama de olivo para llegar a Estados Unidos a negociar la regularización o amnistía de los mexicanos que ya están ahí”, dijo.
Con información de La Jornada
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