lunes, 18 de mayo de 2009

El 9 Thermidor del Chupacabras

Por el Lic. Mefistófeles Satanas

“Robespierre est un dictateur sanguinaire!” -- Barras

El 27 de julio de 1794, el 9 Thermidor del calendario revolucionario, Louis Antoine Léon de Saint Just, incondicional de Robespierre empezó a dar un discurso frente a la convención o congreso de la república francesa en el que denunciaba una nueva conspiración de la reacción. Los diputados sabían que esto era un pretexto. Robespierre ordenaría acto seguido el arresto de varios de ellos y los haría guillotinar.

Varios diputados empezaron a cuestionar a Saint Just. No tenían ya nada que perder y contraatacaron. ¡Que Saint Just proporcione nombres! ¡Que se atreva a darlos! Si no, ¡es cómplice también! Por alguna razón, Saint Just, normalmente tan vitriolito, enmudeció. Robespierre, dándose cuenta de que se le estaba saliendo la convención del huacal asumió la tribuna. Su discurso apeló al ala derecha de la convención (los que más se sentían aludidos) y pidió su apoyo. Fue inútil. Barras y Fouche asumieron el poder ejecutivo y al día siguiente Robespierre, Saint Just, y otros fueron decapitados.

La táctica por la cual Robespierre gobernó Francia fue, primero, darse baños de pureza y aparentar superioridad moral. Cuando eso ya no funcionaba entonces Robespierre utilizó el terror para mantenerse en el poder. Pero en cuanto Saint Just la cagó la gente se dio cuenta de la debilidad de Robespierre y siguió su caída.

Igual que Robespierre, el chupacabras ha tratado de hacer creer que tiene autoridad moral. Recién depuesto se va a “refugiar” ridículamente con una familia de Monterrey alegando que el bolerito Zepillo –un verdadero pendejo—lo persigue. Ofrece “sin interés” sus servicios para “corregir” el error de diciembre (frase que él acuña). Luego escribe un libro patético para justificarse (el Barzón, que no quiere que el chupacabras lucre de este lo convierte a PDF y lo reparte gratis). El cuento de la “autoridad moral” del chupacabras no convence ni a los pendejos.

El chupacabras impone en México una economía “salinista” o neoliberal aunque sin estar abiertamente al frente. Y el resultado de esta es el empobrecimiento general de los mexicanos y el enriquecimiento de los cuatachos. El chupacabras no alcanza a comprender: ¿Por qué los mexicanos no se sienten orgullosos de tener un régimen neoliberal que los ha empobrecido? ¿Por qué no le echan porras al chupacabras? ¿No entienden que tener a un prestanombres del chupacabras como el hombre más rico del planeta los debe hinchar de orgullo? ¿Por qué la rata pelona y orejona tiene que andar escondiéndose y refugiándose en el extranjero? ¿Por qué tiene que imponer peleles en la silla? ¿Por qué no lo llaman de regreso los mexicanos y le piden que los vuelva a gobernar abiertamente (chingue a su madre la constitución) y asuma la presidencia vitalicia? ¡Que ingratos son los mexicanos! Y en respuesta a esa “ingratitud”, igual que Robespierre, el chupacabras gobierna a México con el terror, asesinando y amenazando.

Las declaraciones del ratón Miguelito y la carta patética (similar a la cagada de Saint Just) que el chupacabras le escribió a Carmen Aristegui fueron el 9 Thermidor de este dictadorzuelo. Quedó en evidencia la mediocridad del chupacabras y como la manera en que intimida a sus oponentes. Doña Carmen Aristegui, igual que Barras o Fouche, al recibir la carta sabe que el chupacabras intenta intimidarla o hará algo peor. No tiene entonces doña Carmen más remedio que abiertamente denunciar lo patético y mediocre que es el chupacabras. Es entonces un deber de todos los mexicanos bien nacidos apoyarla: la rata ha salido de la coladera y está a la luz de todos. ¡Hay que darle un escobazo!

Esta es entonces la oportunidad que los mexicanos necesitan para deshacerse del tirano y de su engendro maldito, el PRIAN. En todo México se debe denunciar que el chupacabras es el titiritero de toda la clase política podrida, la rata mayor, el jefe secreto del PRIAN, el patrón de Fernández de Cebollas, de Mamboa, el que le truena los dedos a don Beltrone, y el capo de San Judas Cuauhtemoc y sus chuchos. No hay en realidad diferencia entre el PRI y PAN: todos son solo los gatos del chupacabras y votar por ellos es votar por la rata pelona orejona. ¡Aprestad el bridón y difundan estos mensajes! ¡El tirano se tambalea! ¡Esta oportunidad no volverá a ocurrir! ¡Que chingue a su madre el chupacabras! ¡Ni un voto al PRIAN!

donmenfis@gmail.com

No hay comentarios: