lunes, 8 de marzo de 2010

Bastardos sin gloria

Julio Hernández

Fallaron los efectos especiales y la trama secreta quedó al descubierto: la cinta de engaños denominada Las bellas alianzas era en realidad un vulgar trueque inmoral en el que un secretario salinista-dieguista de (des)Gobernación hacía las veces de abogado patrono para ayudar al jefe delCártel del Copete a no poner en riesgo su candidatura chatarra a la presidencia por eventuales derrotas electorales en su feudo gaviotón. Concurrentes en esa cinta de altísimo presupuesto lo fueron el representante legal de la Casa 2012, Luis Miranda, secretario de gobierno del estado de México, más el cándido niño abusado Cesarín Nava (al que los malos chicuelos tricolores obligaron a hacer cosas malas que él no quería), y la mandona Beatriz que se ha revelado como productora ejecutiva de la telenovela mexiquense en curso. El yunquista niño abusado, por cierto, recorre ahora los foros mediáticos exigiendo a los Macieles tricolores que reconozcan que son malos y lo engañaron, lo usaron y ahora lo tiran al basurero de las vergüenzas máximas que en política son por ingenuidad, suave término éste. Que no sean gachos ni mala onda, pide, que reconozcan que sí habían pactado lo que ni siquiera está en el famoso convenio: Nava. Nada.

El churro político del año ha provocado reacciones diversas en el mundillo del (lamentable) espectáculo: para empezar, el charro sonorense llamado Manlio aprovechó la oportunidad para sacar la pistola del futuro y disparar a su adversario puntero, el catrín antes mencionado, Henry Peña. El norteño bravío de largo historial cree llegado el momento de ajustar cuentas con el envanecido sobrino del malvado cacique Arturo Montiel y califica de deshonestos esos pactos (en especial, obviamente, porque son firmados y se hacen públicos), y ya encarrerado se lanza en esa misma suerte contra la tlaxcalteca que ayer mismo se resistía a seguir hablando del tema, creyendo que puede darle carpetazo a un asunto que aún seguirá en marquesinas un buen rato.

El vocero extraoficial del vengador Beltrones se llama Carlos Navarrete y ayer se lanzó en una ceremonia oficial michoacana contra el mismo gobernador involucrado en el tianguis de Bucareli, Alma en Pena Nieto, y contra el facilitador designado, Fer Gómez-Mont que pica y pica piedra tratando de que alguien le crea que sigue siendointerlocutor válido ante partidos y congreso, aferrado al estilo Molinar Horcasitas-ABC al truco defensor del hueso que se intitula No renunciaré. Felipe el Tardío (las malas noticias del reino le llegan meses después) sigue consolidado como el rey de las películas mudas: no dice nada y si lo dice nadie le entiende y si le entiende se da cuenta de que nada realmente dice; él, finalmente, como en película clásica de terror, trata de acogerse al principio de que Nada sabe, nada supo de las tétricas alianzas famosas.

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