martes, 14 de julio de 2009

La brújula perdida de la izquierda

Leopoldo Santos Ramírez

Para los buenos marineros descomponer o perder la brújula no significa  una tragedia. En esa circunstancia, en medio del mar, queda la posición del sol y las estrellas para orientarse y llegar a buen puerto. En el caso de la izquierda electoral o la izquierda social, o bien la izquierda que combina ambos aspectos, perder la brújula política significa retrasar el arribo a las transformaciones sociales que se necesitan con urgencia. Eso es lo que ha pasado con la izquierda mexicana desde la implantación del neoliberalismo en el mundo y eso ha significado tragedias verdaderas para la población inerme frente al despojo de sus fuentes de sustento.

En el caso de las elecciones de Sonora la izquierda está demostrando sus limitaciones analíticas y sus miserias morales y teóricas. Frente al enfrentamiento de las derechas, una priísta y otra panista, los integrantes del PRD y quienes se fugaron hacia el Partido del Trabajo han hecho suya la causa de los candidatos en pugna, Guillermo Padrés y Alfonso Elías, apoyando a uno u otro, como si alguno de los dos representara la salvación de Sonora. El desplegado del domingo 12 de julio, publicado en El Imparcial, p. 06, suscrito por el diputado federal Carlos Navarro y por otros ilustres desconocidos,  muestra cómo el PRD tiene necesidad de encontrar pronto la brújula política que lo oriente. En el punto 5 del comunicado se afirma: “… sostenemos que el voto ciudadano expresado en las urnas debe respetarse, favorezca a quien favorezca. Hasta el momento los resultados de que disponemos hablan de una victoria del candidato Guillermo Padrés Elías. Ésa es la voluntad de los sonorenses, tenemos que respetarla.”

En vista de los votos obtenidos por el PRD sería difícil que los suscritos de marras tuvieran información suficiente para afirmar que Padrés obtuvo el triunfo en las urnas. Primero porque está claro que el PRD no logró representación ni siquiera en el 25 por ciento de las casillas, y partiendo de allí, está claro que no cuenta con suficiente información sobre cómo se obtuvieron los votos de un lado y del otro. O sea que inclusive la izquierda está perdiendo su calidad de testigo en los comicios porque no puede lograr representantes suficientes y tampoco puede saber cuánta de la representación que formalmente tuvo fue implantada por la seguridad estatal.

Si esto es algo muy riesgoso para la misma seguridad del PRD, sus manifestaciones escritas o sus declaraciones resultan desorientadoras para el grueso de sus miembros, y en cuanto a sus simpatizantes crean confusión y despolitizan. En un momento de tensión política el PRD no puede, no debe defender la causa de ninguno de los partidos que son sus enemigos tradicionales. ¿Alguien recuerda en los comicios del 2006 cuando el gran fraude contra Andrés Manuel a algún panista pronunciarse a favor del triunfo del político tabasqueño?. Se gastó algún desplegado algún miembro del PRI, ¡uno solo de ellos! para defender los votos del candidato de la Coalición por el Bien de Todos?. Pero no se trata solamente de pagar con la misma moneda, sino que hay algo más profundo y tiene que ver con el problema  todavía no resuelto de la democracia y los procedimientos para realizar elecciones creíbles, que otorguen certeza y objetividad. En el asunto de la elección del gobernador del Estado es importante limpiarla hasta donde sea posible y dejar que ambos bandos expongan sus miserias éticas ante un pueblo que apenas está despertando de un largo letargo. Se trata de llegar a la verdad y que los métodos ilegales que se usaron contra la Coalición de 2006, y ahora se reutilizaron sean exhibidos y salgan a flote, de tal manera que en el electorado, pero principalmente en el pueblo, surja la conciencia de desterrarlos de raíz de las elecciones. En otras palabras, debemos luchar a fondo porque ni el PRI ni el PAN utilicen o reutilicen las mañas y los procedimientos ilegales porque más temprano que tarde van a usarlos contra la izquierda también.

En estas circunstancias, las posiciones más deplorables son aquellas donde dirigentes del PRD  como Servando Flores declaran que trabajaron el voto a favor del candidato panista.

La agenda para la izquierda sonorense es otra, consiste en cómo va a reorientar la enorme energía que está emergiendo desde el interior de la sociedad, y en medio de la confusión política, qué propuestas tiene para enfrentar la crisis ante el gobierno panista de Felipe Calderón que está dejando caer la economía, acabó ya con la relativa seguridad y deja crecer peligrosamente al desempleo. Sé que el trato de Eduardo Bours contra la izquierda y los movimientos populares fue y sigue siendo intolerante. Pero el ajuste de cuentas que le debemos hacer no es aliándonos con los verdugos de al lado, sino con el pueblo, donde está y estará nuestra fuerza siempre.   

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