J. M. Vélez
…Y no necesitó ni hacer señas. Lo
ganó quedándose calladito, calladito. Así es, tan amable como imaginario lector,
el segundo debate presidencial pudo
haber sido ganado sin pronunciar una sola palabra. Es más, López Obrador pudo
haberse quedado dormido sobre el atril y aun así ganar el debate. Antes de acusar
a este tecleador de acrítico y entusiasta fan del Peje, permita Usted, paciente
lector, esbozar lo siguiente:
Tanto Josefina como Peña Nieto
hicieron suyas las propuestas que Andrés Manuel planteó hace doce años, poco
antes de convertirse en Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Pensión universal
para adultos mayores, programa de becas masivas para estudiantes de preparatoria
y universidad, Sistema de salud universal, medicinas gratuitas, becas para
discapacitados y madres solteras.
Todos los programas de asistencia
social, toda la política social que lleva años implementada en el Distrito
Federal, en la muy noble leal Ciudad de México, fueron materia de promesa, por
parte de los abanderados de los mismos partidos que tanto la criticaron cuando
Andrés Manuel la propuso; que la torpedearon presupuestalmente, valiéndose de
su mayoría conjunta en el poder legislativo.
¿Josefina proponiendo la pensión
universal para los viejitos? Pero si decían los panistas que a los viejitos no
había que regalarles el pescado, decían que ¡Había que enseñarlos a pescar! A
ellos, a los adultos mayores que ya han pescado toda la vida, que han servido
de caña, de hilo, de anzuelo… y hasta de carnada, para este sistema insaciable,
diseñado para que la inmensa mayoría trabaje para el enriquecimiento de un
puñado de ratas. ¿Por qué Josefina, en
su calidad de titular de la SEDESOL foxista, no propuso entonces la pensión
universal? ¿Por qué, como titular de Educación, no implementó el programa de
beca universal para los alumnos de prepa?
Lo mismo se puede cuestionar de
Peña. ¿Por qué, en su calidad de gobernador del estado de México, no puso en
marcha la pensión universal que ahora promete? ¿Medicinas gratuitas, igual que
el programa que ya funciona en el Distrito Federal? ¿Y por qué no lo hiciste
cuando pudiste, lindo copetito?
Pasaron doce largos años para que
la derecha, ese monstruo de dos cabezas y muchas colas, se convenciera de que
la política social implementada por Andrés Manuel era correcta y
financieramente sana. Josefina Y Peña prometen lo que AMLO llevó a cabo hace
más de una década. Esa victoria del Peje no requiere palabras. Es una victoria
lograda con hechos y consignada por la historia. El mudo, en este caso, no necesita
pronunciar palabras, ni hacer señas; requiere sólo que quienes vieron el debate
escarben un poco en la memoria.
Debemos ahora preguntarnos, ya
que la política social de la izquierda ha ganado consenso, ¿Cuántos años deben
transcurrir para que también se imponga el programa económico y político que
hoy propone AMLO? No esperemos al 2036, para
que el candidato del PAN, ¿Poiré?, proponga una red de trenes bala, cinco
refinerías y un programa intensivo de generación de empleos a lo Roosevelt. No
esperemos al 2048, para que el candidato del PRI, tal vez hoy nonato, proponga
un ambicioso programa de austeridad. Esas propuestas están en la mesa pública
hoy, fueron expuestas en el segundo debate; porque afortunadamente el mudo no
está tan mudo. AMLO merece la oportunidad de gobernar; México lo requiere.
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