CHILPANCINGO, Gro., diciembre 17 (EL UNIVERSAL).- “El gobernador debe ser destituido porque si no hay una orden no tienen por qué disparar, la salida de los funcionarios no es suficiente”, dijeron los padres de Jorge Alexis Herrara, uno de los jóvenes que perdió la vida el lunes pasado en la Autopista del Sol.
Originarios de la comunidad del Ciruelar, municipio de Atoyac de Álvarez, en Guerrero, los padres del joven narraron que a cinco días de la muerte de uno de sus cuatro hijos no han recibido apoyo por parte del gobierno.
“Nadie se ha acercado del gobierno del estado, los gastos los pagó un amigo de mi hermano”, explicó Jorge Herrera, padre del joven.
Su esposa como él comentaron que enterarse de la muerte de su hijo de 22 años fue “ de lo más triste”.
“Nos enteramos porque en la comunidad donde vivimos, ahí en la ‘Y’, hay una bocina por la que nos enteramos. Nos comentaron que fuéramos a la escuela, que fuéramos a apoyar porque había dos muertos y les pregunté que de dónde eran los muertos y me dijeron que uno era de la ‘Y’, mi hijo era el único de la ‘Y’. Fue una noticia muy triste porque le marque a mi hijo y no contestaba”, contó Elizabeth Pino Pérez, mamá de Jorge. Incluso, su papá aseguró que “en el Ministerio Público no nos entregaron sus pertenencias cuando fuimos a declarar, son cosas que ellos deben entregar.
“El cuerpo me lo entregaron desnudo, sin ropa. Estábamos desesperados porque no podíamos creer eso, porque eran tantos y a mi hijo le tocó eso. Me quería volver loco en el momento, porque para mí era un orgullo”, expresó el padre.
La madre recordó que la última vez que vio a Jorge fue el pasado 2 de noviembre, en tanto que su papá dijo que habló con él un día antes de que perdiera la vida.
“Yo hablé con él un día antes del 12, al otro día lo mataron, me dijo que se iba a ir de vacaciones el viernes (ayer). Hablé con él el domingo en la noche porque hubo un temblor y me dijo: ‘qué papi, ¿cómo te encuentras? ¿Todo bien?’ Entonces él me dijo ‘el viernes ya me voy de vacaciones’. Estaba muy contento porque jugaba en la selección de basquetbol y estaba feliz porque mi yerno le trajo unos zapatos de Estados Unidos y su novia le regaló unos tenis para jugar el torneo”.
En una entrevista concedida a EL UNIVERSAL, sus papás recuerdan que su hijo estaba contento de estudiar la carrera de maestro en la normal, “por lo que es algo injusto que perdiera la vida cuando era un sacrificio apoyarlo”.
“Yo vendo comida, antojitos. De la venta diaria saco como 300 pesos”, mencionó su mamá.
“Yo gano unos 500 pesos a la semana y en el campo. El esfuerzo que estamos haciendo es muy grande”.
Los padres dijeron que se debe de castigar a los que los mataron a su hijo, por lo que mantendrán su lucha de pedir justicia.
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