(CNNMéxico) — El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, invitó este domingo al Papa Benedicto XVI a visitar el país, durante un breve encuentro que sostuvieron en la sacristía de la Basílica de San Pedro, de acuerdo con Notimex.
Al finalizar la misa de beatificación de Juan Pablo II y tras venerar los restos mortales del nuevo beato, el obispo de Roma saludó uno por uno a los 16 jefes de Estado que viajaron a Roma con motivo de la ceremonia, incluyendo al mandatario mexicano.
Calderón Hinojosa estuvo acompañado por su esposa, Margarita Zavala. Ambos iban vestidos de negro y saludaron con sobriedad al obispo de Roma dándole la mano. El Papa y el presidente intercambiaron unas palabras en inglés.
“Santo Padre, gracias por su invitación, gracias a usted y a la Iglesia. Le traigo una invitación del pueblo mexicano”, dijo Calderón, según se escuchó en las imágenes del encuentro distribuidas la tarde de este domingo por el Centro Televisivo Vaticano (CTV).
“Estamos sufriendo por la violencia. Ellos lo necesitan más que nunca, estamos sufriendo. Lo estaremos esperando”, agregó de acuerdo con Notimex.
Tras la ceremonia en la cual Juan Pablo II fue declarado beato de la Iglesia católica, Calderón Hinojosa y su delegación se dirigieron inmediatamente al aeropuerto Ciampino de Roma donde abordaron un avión con destino a la Ciudad de México, agregó la agencia oficial.
El presidente Calderón y el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, fueron los únicos mandatarios latinoamericanos que estuvieron presentes en la ceremonia de beatificación.
Fieles de diferentes partes del mundo asistieron en Roma a la ceremonia de la Iglesia católica, que declaró al papa Juan Pablo II "beato", un paso hacia la santidad.
Miles de aclamaciones se escucharon cuando el papa Benedicto XVI personalmente beatificó a su antecesor: algo que no ocurría desde hace 10 siglos.
Durante su pontificado, Juan Pablo II, conocido con el título de Papa viajero, llevó a cabo 102 visitas pastorales a 133 países fuera de Italia, entre ellos México, donde estuvo en cinco ocasiones (1979, 1990, 1993, 1999 y 2002).
México fue especialmente importante para el pontificado de Karol Wojtyla por diversas razones: formó parte de su primera gira al extranjero apenas tres meses después de ser nombrado Papa, y además tenía una especial devoción por la Virgen de Guadalupe.
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