Enrique Galván Ochoa
Telmex dejó de ser la empresa más importante del grupo Slim, ahora es América Móvil, la de los celulares. Diversos factores obran en su contra. Uno muy importante es la crisis económica: ha motivado que las familias prescindan del teléfono tradicional, no tienen dinero para pagarlo. Optaron por el celular de prepago. Aquel plan de tener 25 millones de líneas para finales de este sexenio ahora se antoja imposible. En el reporte que dio ayer a sus socios, Telmex dice que al 30 de junio tenían 15 millones 744 mil líneas, 1.7 millones menos con respecto al mismo mes del año anterior. La cereza del pastel es su servicio de Internet, sigue creciendo. Si eres suscriptor de Infinitum de banda ancha tal vez te interese conocer que formas parte de una lista de 6 millones 954 mil clientes de este servicio. Ese es el mercado que los competidores de Telmex quieren quitarle. Las últimas semanas hemos visto unoperativo dirigido por el secretario de Comunicaciones, Juan Molinar, para favorecer a un nuevo grupo que encabeza Televisa. La red óptica de la CFE la entregó a Televisa en sociedad con Telefónica y Megacable, y una porción importante del espacio radioeléctrico, también a Televisa, pero con Nextel como socio. Es una manerasui generis de disminuir la presencia de un monopolio: el gobierno está alentando la creación de un megamonopolio. Algo tiene que ver el operativo con el interés del calderonismo de asegurar la permanencia del PAN en Los Pinos, sirviendo los intereses de un aliado poderoso, la principal cadena de televisión. Por lo pronto, Max Cortázar, el ex jefe de las comunicaciones de la Presidencia, ya está en acción con el mismo cargo en el comité nacional del PAN. Y eso que Peña Nieto ya creía que tenía las llaves pinoleras bajo el copete.
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