Salvador García Soto
Se llama Ernesto Cordero Arroyo y va a intentar —como en su momento José López Portillo— la nada fácil maniobra de saltar de la cobrona Secretaría de Hacienda a la candidatura presidencial. Como Jolopo en aquel 1975, tiene todo el respaldo del presidente Felipe Calderón, quien lo impulsa, lo arropa y le va a pavimentar el camino a la nominación del PAN; la diferencia es que Cordero no es, por mucho, el favorito para ganar la Presidencia y, más bien, para ser “delfín” presidencial, sale de muy atrás, casi de la cola, en la carrera por el 2012.
Eso, y no otra cosa, fueron en realidad los cambios al gabinete que hizo la semana pasada el Presidente: la decisión de Calderón de quién será su candidato a la Presidencia y los acomodos para que, en total desventaja y mal posicionado en las encuestas, Cordero Arroyo comience a construir e inventar —apoyado en toda la estructura del gobierno federal— una candidatura que logre el único propósito y objetivo que animará a Felipe Calderón de aquí al fin de sexenio: lograr que el PAN retenga la Presidencia de la República y evitar lo que para él sería una vergüenza histórica, ser el Presidente panista que regresó al PRI a Los Pinos.
Se prepara, pues, la reedición del “dedazo” priísta en su versión azul para los próximos meses. A eso llega José Francisco Blake a Gobernación. Junto con Juan Camilo Mouriño y el Presidente, Blake y Cordero eran parte de “los cuatro alegres compadres”, como conocían en la bancada panista de la 58 legislatura a esa burbuja de cuates. Por eso, también Gerardo Ruiz Mateos fue reincorporado a la oficina de Los Pinos. Ruiz Mateos, hay que recordar, se integró al círculo calderonista a instancias de Cordero, mientras que Alejandra Sota seguirá trabajando desde comunicación social en el proyecto Cordero 2012, al igual que lo hará Max Cortazar desde el CEN del PAN.
Así que Felipe Calderón saca al priísta que lleva dentro —como él mismo lo reconoció alguna vez— y comienza a preparar su sucesión, haciendo del PAN un partido mucho más parecido al que ideó Plutarco Elías Calles —con todo y maximato— que al partido que soñó Manuel Gómez Morín.
NOTAS INDISCRETAS…
Hace 18 días exactos se produjo la última llamada de los secuestradores a la familia de Diego Fernández de Cevallos. Uno de los hijos del ex senador tomó la llamada: “Necesitamos tiempo, no tenemos la cantidad todavía pero queremos negociar”, dijo. La respuesta de los plagiarios fue el corte abrupto de la llamada. Ni un sí ni un no, y mucho menos una discusión u ofensas, como suelen hacer los secuestradores. Desde entonces no han vuelto a recibir llamada y sigue la búsqueda desesperada para reunir los 50 millones de dólares… Deslealtad, protagonismo excesivo y hasta sospechas de malos manejos, hicieron que Roberto González Barrera ordenara la semana pasada la destitución del director General de Gobierno de Banorte, Manuel Sescosse. El jueves, el Consejo de Administración anuncia su relevo... En las cálidas aguas del Mediterráneo, en el lujoso yate del empresario Carlos Peralta, el muy popular gobernador navegaba plácidamente en sus vacaciones. Enrique Peña Nieto fue invitado por el empresario para surcar el mar europeo y, a su regreso al país, el sábado pasado, festejó su cumpleaños con su familia cercana en la Hacienda de Los Morales… Juan Ramón de la Fuente aclara y precisa: no tiene ningún interés en ser candidato a la gubernatura del Estado de México; no se ha reunido recientemente con César Nava ni planea ver al presidente Felipe Calderón y no tiene residencia reciente en ese estado; pero sobre todo carece de cualquier interés en esa gubernatura. Paran los dados. Otra Escalera.
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