Por Silvia Núñez Esquer
Hermosillo, Son., 9 sep 08 (CIMAC).- A partir del 11 de agosto pasado se aplicó el examen nacional a maestras y maestros que quisieran aspirar a una plaza y aproximadamente doscientas maestras en el estado de Sonora se quedaron sin trabajo y sin prestaciones, ya que se les aplicaron en forma retroactiva las nuevas reglas para obtener una basificación.
Ante ello, 21 maestras de Preescolar, todas con formación universitaria de licenciatura en Educación, iniciaron hace tres semanas un plantón frente a Palacio de Gobierno y desde el jueves pasado están en ayuno escalonado de 24 horas en bloques de cinco en cinco.
Ahora denuncian que ellas y sus familiares están siendo presionadas y aún hostigadas por integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para que abandonen su activismo.
El día de ayer estaba programada una reunión con las autoridades educativas de la entidad y representantes del Gobierno, sin que hasta el momento se hayan anunciado avances en las negociaciones y anunciaron que si no hay respuesta favorable a sus demandas, habrán de iniciar una huelga de hambre.
Maestras de Nogales, Huatabampo, Poblado Miguel Alemán, San Luis Río Colorado, Caborca y Hermosillo, fueron notificadas el 15 y 18 de agosto de que a partir de esa fecha serían tomadas en cuenta sólo para cubrir interinatos ya que las plazas eran para las y los maestros normalistas.
Egresadas de la Universidad Pedagógica Nacional, Instituto Tecnológico de Sonora y Universidad Kino, las licenciadas en Educación se vieron de pronto en el limbo laboral ya que ni les permitieron presentar el examen de oposición para aspirar a una plaza, ni les dieron la base que estaba en proceso para otorgárselas.
Peor aún, existen casos como el de la Profesora Concepción Valenzuela Álvarez, quien por medio del oficio 0167/2004-05, obtuvo una plaza definitiva el 1 de septiembre de 2005, y ahora la regresan al estatus de desempleada.
Lo que solicitan es que las reintegren a sus plazas ya que la Ley Federal del Trabajo, no puede ser rebasada por un acuerdo denominado Alianza por la Calidad Educativa que no tiene rango jurídico, por lo que su situación se constituye en un despido injustificado.
Quienes hasta hace unas semanas se desempeñaran como educadoras de jardines de niños, tienen la oferta de cubrir interinatos por parte de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC), a pesar de haber estado ya en proceso de basificación.
Algunas de ellas, madres de familia de hasta cinco niños, dos más embarazadas y con compromiso de deuda por vivienda, otras hasta con diez años de antigüedad, se encuentran desesperadas y decididas a instalarse en huelga de hambre para recuperar lo que les corresponde.
El maestro Agustín Juárez, de la Dirección de Educación Preescolar, es quien ha ofrecido los interinatos por un año, primero sólo para las dos maestras embarazadas, y después para las 21 maestras manifestantes.
Del examen nacional de oposición consideran que está bien que se aspire a mejorar la calidad, pero no es posible que a ellas las sometan a un proceso nuevo cuando ya se encontraban en otro que les otorgaría la base.
Mostrando documentación que avala sus afirmaciones, critican el hecho de que quienes son propuestos por el SNTE, no requieren hacer el examen, mientras que los de la Secretaría sí se deben someter al examen de conocimiento, el psicométrico y el antidoping.
“MAESTRA LUCHANDO TAMBIÉN ESTÁ ENSEÑANDO”
Célida Nohemí Miranda Morales trabajaba en el Jardín de Niños Francisco Gabilondo Soler de Nogales, Sonora, desde hace tres años en una plaza que ahora le llama “de mentiritas”, no obstante cuenta con oficio donde expresamente se especifica en el asunto: se otorga plaza.
Con tres meses de embarazo y habiendo sufrido amenaza de aborto por el stress generado ante el despido, fue notificada de que debía presentarse a la SEC ya que a partir del 15 de agosto no tenía más su plaza, pues ésta fue boletinada, y ella regresaba a hacer interinatos.
Narra que su situación ha sido muy difícil ya que cuando se enteró de que ya no tenía trabajo, entró en depresión pues de un día para otro se quedó sin nada, y con una deuda por adquisición de casa.
Al igual que a su otra compañera embarazada, le ha ofrecido interinato por un año, pero ella se pregunta: ¿y después qué? Ya que aumentarán sus gastos con el nacimiento del bebé. De lo que está segura es de que no va a aceptar menos de lo que ya tenía, o sea, su plaza.
Otra irregularidad que denuncian las maestras despedidas es el que les hubiera dicho que ellas contaban con el perfil para aspirar a una plaza, y ahora les digan que sólo las y los egresados de la Escuela Normal podrán aspirar a la basificación. Además en las listas de resultados del examen publicadas, aparecieron equivocados los folios, lo que despierta suspicacias por la falta de claridad.
Angélica Galaviz, quien laboraba en el Jardín de Niños Luis Garrido, de la Costa de Hermosillo, en el poblado Miguel Alemán, opina que el examen practicado a las y los aspirantes a maestros estuvo muy amañado, además de que los resultados son muy subjetivos, ya que el contestar bien o mal un examen escrito no significa que sean buenos frente a grupo. Afirma que llegarán hasta las últimas consecuencias, pues es una causa justa defender su empleo y su estabilidad.
Martha Luna, originaria de Ciudad Obregón, con plaza en Hermosillo, afirma que la manera en que se otorgan las plazas de maestra o maestro es muy extraña ya que a veces es por tomar un curso, otras con un examen, pero la mayoría estaba en proceso de basificación y otras con plaza otorgada. Antes del examen nacional del 11 de agosto, les habían prometido que se les respetaría sus nombramientos, sin embargo su plaza ya se boletinó y está otra persona en su lugar.
Por su parte Karla Patricia Mendívil, originaria de Huatabampo, egresada del ITSON, y radicada en El Golfo de Santa Clara, San Luis Río Colorado, explica que en el proceso en que ellas se encontraban para la basificación no había un tiempo definido para concluirlo. Tampoco había un proceso específico, lo único que recuerda como requisito es que estuvieran tituladas, lo cual todas cumplen.
Advierte que la Secretaría de Educación les tiene que cumplir el compromiso que tiene con ellas y continuar con el proceso de basificación. Sobre el examen de calidad, opina que por ser meramente escrito, no es parámetro para determinar si hay calidad en el desempeño frente a grupo.
Opina que no se deben aplicar reglas retroactivas ya que eso las va rezagando y el grupo inconforme irá creciendo, deben cumplir primero con el personal contratado con anterioridad, y después iniciar con nuevas reglas a los nuevos aspirantes.
Ana Amelia Valenzuela, de Empalme, quien trabajaba en el Jardín de Niños Platón, de Hermosillo, considera que es importante que las maestras participen en este movimiento, ya que en las aulas ellas enseñan a sus alumnas y alumnos que el pueblo mexicano, es un pueblo de personas valientes que defienden sus derechos.
Es una responsabilidad enseñar a las y los estudiantes que “debemos de ser dignos al defendernos”.