martes, 15 de marzo de 2011

Y SE FUE MI NIÑA: Impunidad en la BUAP

Miguel Angel Cordero

La tristeza nubla el rostro de la mujer que dio a luz a una alegre bailarina, dedicada estudiante y sostén de su hogar. Su nombre, Samantha Villegas Olmos. “Qué le puedo decir, ¿recuperarla? No la puedo recuperar y eso ya no se llena con nada. No hay nada. Ni siquiera sabemos nada de la universidad”.

La sensación de Judith Olmos Segundo, madre de Samantha, es de vacío y tristeza. Luego de perder a su hija ya sólo espera justicia. Luis Ramón Chávez Cueto, el responsable del fallecimiento de su niña, está libre y continúa haciéndose de dinero y poder a expensas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La historia parece un filme digno del Oscar. Pero ni el Cisne Negro ni Temple de Acero cargan tantas emociones y giros dramáticos: corrupción de autoridades, nepotismo, impunidad, tristeza y abandono. Todo en torno a la institución pública con más dinero después del gobierno del estado, la BUAP

Samantha iba a ser madre, pero falleció. El padre, la pareja de Samantha, su amigo, Ventura Rodríguez Lugo, no ha dejado de luchar en el esclarecimiento de lo que realmente ocurrió el lunes 2 de agosto de 2010, cuando en un viaje de trabajo la camioneta que transportaba a la joven se desbarrancó y provocó su fallecimiento.

Las pesquisas de Ventura Rodríguez han dado resultado, pues la muerte de Samantha dejó al descubierto una red de corrupción profunda: el Centro Universitario de Vinculación de la BUAP ahora es un negocio familiar para los amigos y parientes de Pedro Hugo Hernández Tejeda entre los que se encuentra Luis Ramón Chávez Cueto.

Por ello, la impunidad de Luis Ramón, dice Ventura, se extiende más allá de Puebla y llega a Veracruz, estado donde el rector Enrique Agüera Ibáñez nació.

Samantha tenía cuatro meses de embarazo cuando murió. El embarazo era de riesgo Siempre comunicó su condición al Director del Centro Universitario de la BUAP, Gerardo Martínez Montes y al coordinador de consultoría del Centro Universitario de Vinculación (CUV) de la BUAP, Luis Ramón Chávez Cueto.
El dos de agosto del año pasado, estando encinta, fue obligada a viajar a Veracruz como responsable del proyecto que el CUV está desarrollando con PEMEX Refinación y el cual está relacionado con la certificación de recipientes a presión.
La obligaron a viajar, pero Luis Ramón Chávez quería asustarla porque desde hace algunos días la joven había notado anomalías en el departamento, relata Ventura Rodríguez. A ella le asustaba la velocidad y entonces el funcionario universitario aceleró a 160 kilómetros por hora. Llovía fuerte. El vehículo era una camioneta Frontier doble cabina utilizada para transportar máximo cuatro personas. Eran cinco profesionistas y Samantha viajaba en medio.
El director de este centro Gerardo Martínez determinó enviar a las 14:40 horas a este grupo a una reunión en el puerto de Veracruz, a la gerencia de almacenamiento y reparto de PEMEX. La cita era a las 16:30 hrs. Tarea imposible.
Cuando Luis Ramón Chávez aceleró, la camioneta se patinó en un espejo de agua –según su declaración ante el Ministerio Público veracruzano—, perdió el control de la camioneta chocando con el muro de contención y la joven fue proyectada hacia el fondo de un barranco de más de 20 metros. Se estrelló contra un árbol y murió con su bebé en el vientre.
El medico legista registró en el acta que Samantha falleció por desnucamiento, fractura medular toráxica y el estallido de un pulmón. No obstante el accidente y los dictámenes periciales, Luis Ramón Chávez está libre y la BUAP no se ha hecho cargo de la familia que dejó Samantha: su madre.
El Responsable
El proceso está plagado de inconsistencias desde que comenzó. No sólo en la contradicción de declaraciones, sino también en la calidad de vida de Luis Ramón Chávez.
Con 110 pesos que declaró como salario diario, Chávez Cueto posee tres casas. Una en Puebla, otra en Veracruz y una en Hidalgo. La primera se ubica en la colonia Lomas del Valle, calle Valle de las Ánimas número 34, entre el circuito del valle y bulevar Lomas del Valle.
La segunda se encuentra en el municipio de Mendoza, Veracruz. Calle Josefa Ortiz de Domínguez número mil quinientos siete, colonia Obrera de Ciudad Mendoza. Su casa en Hidalgo se ubica en la capital, Pachuca.
También es propietario de una camioneta tipo RAM con un valor de 475 mil pesos y de un auto Sedan más sencillo. En función de su salario, la fianza que se le fijó en Veracruz fue sólo de 30 mil pesos.
Las contradicciones de Chávez Cueto no se limitan a su estilo de vida y la declaración de sus percepciones. También existen inconsistencias en sus declaraciones.
En su declaración oficial ante las autoridades de justicia de Veracruz, Luis Ramón Chávez Cueto aseguró que cuando manejaba la lluvia era intensa y que cayeron en un charco a una velocidad de entre 80 y 90 kilómetros por hora. Previamente, en la declaración preparatoria Luis Ramón Chávez declaró que la lluvia era tenue y que solo observó un charco de agua.
La Universidad Callada
La abogada general de la BUAP, Maria Esther Gámez, zanjó el asunto y ahora no habla más del mismo pese a que el proceso continúa. Incluso los medios de comunicación le han ayudado en la difusión de esta idea de “arreglo”.
El conductor de Ultra Noticias entrevisto en su programa hace meses a Gámez. La abogada general de la BUAP le dijo que ya se había llegado a un acuerdo con la familia de Samantha.
Árbol Genealógico
Ventura Rodríguez Lugo fundó el Centro Universitario de Vinculación. Desde esa posición, en entrevista asegura que el CUV se ha convertido en “el mejor negocio familiar” de Pedro Hugo Hernández Tejeda, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado de la BUAP:
El físico de profesión detalla que los principales socios del funcionario universitario son Gerardo Martínez Montes, Luis Ramón Chávez Cueto, Israel de la Cerna Hernández y el empresario Omar Fernández.
A través de la empresa de “servicios” de Fernández, los tres personajes obtienen recursos de la BUAP.
Ventura Rodríguez detalló que PEMEX le paga a la empresa de Cerna Hernández por algún tipo de servicio. Los gastos y el pago del personal son facturados a nombre de la BUAP. Los trabajadores reciben su paga, pero no de la nómina de la universidad, sino de las ganancias del contrato signado con la paraestatal.
Así, esos recursos de nómina que quedan libres pasa a manos de Pedro Hugo Hernández Tejeda, detalla Rodríguez. En esta operación participan Israel de la Cerna y su socio Luis Ramón Chávez Cueto, asegura.
De esta forma, dice Rodríguez Lugo, se explica la calidad de vida de Chávez Cueto. Aunque el coordinador del CUV declaró ante las autoridades percibir 110 pesos diarios de salario diario es propietario de una camioneta RAM con valor de 500 mil pesos, una casa en Mendoza, Veracruz con un valor de más de dos millones de pesos, una casa en Hidalgo otra en Puebla en Lomas del Valle con un valor de 1.5 millones de pesos.
A principios de enero de este año, ocurrieron despidos en el CUV. El motivo fue el desacuerdo de los trabajadores con las políticas laborales de Hernández Tejeda. Sus familiares y amigos ahora se encuentran en las posiciones dejadas por los funcionarios despedidos.
“Y no es posible el ejercer acción penal porque, al parecer, mantiene un buen enlace con las autoridades responsables de la vigilancia del manejo de los recursos asignados, los cuales utiliza para llevar a cabo sus negocios familiares y propios”, lamenta el fundador del CUV.

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