México, DF.- Las amenazas contra los defensores de los derechos humanos son reales y, al parecer, están en aumento en México, dice un cable (10MEXICO294) de la embajada de Estados Unidos, fechado el 28 de enero de 2010. Sin embargo, y a pesar de hacer un pormenorizado recuento del caso, se niega a reconocer el asesinato de la activista Josefina Reyes como parte de ese fenómeno: La información disponible en el consulado en Ciudad Juárez sugiere que el asesinato de Reyes tiene más que ver con sus vínculos con la delincuencia organizada que con su trabajo con las organizaciones de derechos humanos.
Como única prueba, el cable aporta este dato: “Reyes fue la madre del presunto sicario y traficante del cártel de Juárez Miguel Ángel El Sapo Reyes Salazar”.
Mientras en Ciudad Juárez, se argumenta en el cable firmado por John Feeley, funcionario de la legación diplomática, se sabe de esta conexión con la delincuencia organizada, la prensa nacional retrató su muerte como el asesinato de una defensora de los derechos humanos. Organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos ejercen presiones importantes para que el gobierno de México actúe sobre el asesinato de Reyes.
Paradójicamente, Feeley, el firmante del cable, fue el encargado de informar sobre la visita de los sobrevivientes de la familia Reyes Salazar, quienes, tras el asesinato de otros tres de sus miembros, abandonaron el valle de Juárez y se trasladaron a la ciudad de México.
El 5 de marzo pasado, Feeley hizo maromas en CNNMéxico para explicar que habían recibido a la familia Reyes Salazar, pero negó que estuviera en curso el asilo político: Les dimos la información y entonces quedamos con ellos en que van a buscar una de esas dos maneras (solicitar el asilo por conducto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados o en un puesto fronterizo).
Según un despacho de Notimex, la representación diplomática estadunidense indicó que ha estado en permanente comunicación con autoridades del gobierno mexicano para atender el caso de la familia Reyes Salazar.
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