lunes, 28 de marzo de 2011

Desde el “Nuevo Sonora”: Carta Abierta de la Comisión de Derechos Humanos y Universitarios

Nuestras autoridades, no respetan a los sectores que no aprecian: la niñez, los jóvenes, los trabajadores en general y universitarios en particular.

Dia de publicación: 2011-03-27

En la Universidad de Sonora, máxima casa de estudios, sus dos sindicatos hermanos de académicos y administrativos, STAUS y STEUS, se encuentran en proceso de revisión de sus Contratos Colectivos de Trabajo y, en cumplimiento a la normatividad, han presentado sus pliegos petitorios y fechas de emplazamiento a huelga, último recurso constitucional, en caso de no lograrse acuerdos satisfactorios por la vía de la negociación.

Con el interés de evitar la paralización temporal de actividades académicas, con varios meses de anticipación, los representantes del STAUS han venido planteando sus demandas laborales ante las autoridades universitarias, gubernamentales y el Congreso del Estado.

Sin embargo, a casi una semana del emplazamiento, además de que las respuestas han sido prácticamente nulas, el tratamiento que se ha venido dando a las exigencias del gremio de maestros, especialmente en el Palacio de Gobierno, ha sido deplorable y violatorio tanto de los derechos laborales sindicales consagrados en la Constitución Política, como de los derechos humanos fundamentales.

Cuatro aspectos han caracterizado la relación entre autoridades gubernamentales  y sindicales: la violencia simbólica, pero descarnada a través de medidas arbitrarias como la disminución del presupuesto, la violación de Contratos colectivos de trabajo, la represión y la negación al diálogo.

Estas acciones de por sí preocupantes porque atentan contra los derechos sindicales y la educación superior pública, tienden a la confrontación física, como lo demuestran los hechos más recientes, cuando en legítimo ejercicio derecho, el contingente del STAUS en el que también marchaban estudiantes, hacía su arribo a la explanada del Palacio de Gobierno, donde tendría lugar un mitin pacífico y la solicitud de audiencia con el gobernador.

En una clara intención de provocación, fueron colocados cercos pertrechados por agentes de seguridad para evitar el paso de la marcha, pero además, este hostil recibimiento fue acompasado por la canción El Rey  a manera de respuesta anticipada del mandatario estatal Guillermo Padres Elías, contraria a la palabra empeñada del entonces candidato panista, para atender los problemas de la educación superior; tratamiento muy similar al proporcionado a los padres y madres de la Guardería ABC, cuyo altar testimonio de luto y de protesta, tampoco ha sido respetado.

¿Qué diferencia hay entre la administración gubernamental actual con las anteriores?; ¿El comportamiento del mandatario estatal, corresponde a un hombre de Estado?; ¿Qué aprendizaje han dejado las numerosas y contundentes manifestaciones de reclamo de justicia; espera el gobernador y sus personeros que sigan siendo silenciosas?; ¿La educación, sindicalismo y participación, son garantías constitucionales respetadas?; ¿En el contexto de los gobiernos neoliberales, la educación pública y el sindicalismo están en riesgo?

En torno a estos cuestionamientos es pertinente enfatizar que:

1. El pueblo sonorense hondamente agraviado, aspira a un verdadero cambio en la administración, el servicio y los servidores públicos;

2. El Palacio de Gobierno, no es un reinado, sino la casa del pueblo, este sí, soberano;

3. Castigar a los centros de educación superior con el presupuesto, representa flagrantes violaciones a los derechos económicos, sociales y culturales; prerrogativas universales, indivisibles, inalienables e interdependientes, de tal manera que, la violación de uno repercute, en los otros;

4. Ante las recurrentes violaciones impunes y la insensibilidad de las autoridades gubernamentales, las consignas coreadas por los universitarios constituyen legítimas expresiones pacíficas de justicia social, siendo la educación pública una de sus principales vías garantizadas constitucionalmente;

5. Utilizar el recurso de subir el volumen en una pieza musical en donde al “Sr. Gobernador se le erige como El Rey”, que escuchará a quien quiera, lo que quiera y cuando quiera, denota el desprecio hacia la universidad como esfera pública y, por tanto, hacia los universitarios y potenciales aspirantes, así como la censura al ejercicio de los derechos de petición, de información, de expresión y su negativa al diálogo.

6. En el neoliberalismo, la tendencia a la privatización y subrogación de servicios públicos educativos, desde el nivel maternal hasta el posgrado, es una dolorosa realidad que amerita y urge contrarrestar;

7. Por tanto, el sindicalismo que pugna por condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo, constituye un obstáculo que se pretende  corporativizar o eliminar.

En la pirámide del capitalismo rapaz, las armas más poderosas son la explotación, la mediatización, la división, y el exterminio; ¡No los permitamos!, ¡Defendamos nuestros derechos laborales, que son también derechos humanos!

A T E N T A M E N T E

MTRA. CATALINA SOTO COTA

TITULAR DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS Y UNIVERSITARIOS

DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA

Email: cdhu12@hotmail.com

Hermosillo, Sonora. 27 de marzo de 2011.

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