FEDERICO ARREOLA
1.- El PRD, dominado por los chuchos, argumentando que Andrés Manuel López Obrador fundará su propio partido, el de Morena, no lo apoyará en las elecciones presidenciales de 2012, aunque AMLO supere, como ocurre en la actualidad, ampliamente a Marcelo Ebrard Casaubón en las encuestas.
2.- Debe quedar claro que los chuchos (la corriente Nueva Izquierda) por ningún motivo permitirá que López Obrador sea el candidato del PRD. Seguramente porque no ha sido del todo ortodoxo el manejo que han hecho del dinero de ese partido, no quieren dejar de controlarlo, menos todavía cederlo a un enemigo que los detesta. Este es el único objetivo de los señores Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, etcétera.
3.- Ebrard solo aceptará participar en la alianza PAN-PRD con él mismo como candidato.
4.- Pero, como lo más probable es que el PAN no acepte a Ebrard como candidato de una alianza con el PRD, Marcelo Ebrard preferirá ser candidato a senador por el PT y Convergencia, al lado de López Obrador. Inteligente que es, el actual jefe de gobierno de la Ciudad de México entenderá que le conviene esperar a 2018 para buscar ser presidente. Se olvidará, por su propio bien, de dar un nuevo salto ideológico o partidista.
5.- En el PAN, Santiago Creel, con el apoyo del panismo y de los empresarios norteños, será el candidato presidencial. Aunque Felipe Calderón no estará de acuerdo, apoyará con todo a Creel. Por encima de sus emociones (odia a Creel) Calderón pondrá su lealtad al partido en el que ha militado toda su vida. Le motivará el hecho de los pocos votos (pocos, pero valiosos) que el PRD aportará al panismo.
6.- Para el PRD no será la mejor decisión apoyar abiertamente al PAN. El Partido de la Revolución Democrática obtendrá la peor votación de su historia, ya que los ciudadanos panistas, desde luego, de manera natural cruzarán el logotipo blanquiazul en las boletas electorales, mientras que la gente identificada con la izquierda en forma mayoritaria rechazará al PRD por tan aberrante traición a sus principios.
7.- Andrés Manuel López Obrador será candidato del PT, de Convergencia y de Morena. Será malo para él perder algunos votos que se llevará el PRD al PAN (pocos, pero valiosos) y, sobre todo, le perjudicará no contar con los recursos públicos que, para la campaña presidencial, obtendrá el Partido de la Revolución Democrática, los cuales en 2012 manejará a su antojo el panismo. Como quiera que sea, López Obrador será un candidato competitivo por la fuerza popular de su movimiento.
8.- En el PRI, el senador Manlio Fabio Beltrones no se atreverá a romper abiertamente con Carlos Salinas de Gortari, por lo que no hará nada medianamente agresivo contra Enrique Peña Nieto. Así, el todavía gobernador mexiquense será el candidato presidencial del priismo.
9.- Elba Esther Gordillo y su partido, el Partido Nueva Alianza, apoyarán a Peña Nieto, lo que significará una muy pobre votación para el PANAL, que competirá por los votos de Peña Nieto con el poderoso PRI (que se los llevará casi todos) y el Verde (que también quedará reducido a su mínima expresión). La capacidad negociadora de Elba Esther quedará muy mermada y dependerá más de lo que Salinas le garantice que de la eficiencia electoral que exhiba.
10.- Así las cosas, el PRI y Peña Nieto llegarán a 2012 como los grandes favoritos.
11.- Pero si Calderón acepta, como aceptará, apoyar a la candidatura de Creel, el poder y el dinero de Los Pinos hará que el PAN crezca a costa del PRI. Es decir, si el aparato panista funciona, como funcionará, con propaganda positiva a favor de Santiago Creel y con campañas negativas contra Peña Nieto, podrán reducir sustancialmente la ventaja con la que el priismo llegará a las presidenciales.
12.- Aunque el PRI estará muy fuerte, el PAN será competitivo en 2012 simplemente porque cuenta con cuantiosos recursos y con el control de un gran aparato político electoral.
13.- Morena, con López Obrador al frente, en alianza con el PT y Convergencia, arrancará con lo que ahora tiene: el apoyo del 25% de los ciudadanos. Es mucho y poco al mismo tiempo. No alcanza para ganar, pero le bastará un 5% adicional para competir con el PAN (que deberá crecer) y con el PRI (que deberá perder fuerza). AMLO podrá obtener los votos que le hacen falta de panistas decepcionados, de indecisos y de priistas conscientes de que el país está en una seria crisis de la que no se saldrá regresando al viejo autoritarismo.
14.- La principal ventaja del PRI y Peña Nieto serán el dinero, que tienen tanto o más que el PAN, y el control de no pocos medios. Televisa les seguirá apoyando abiertamente y veremos a periódicos como Milenio repetir la fórmula de publicar encuestas diarias en las que Peña Nieto incrementará, en cada edición, su ventaja.
15.- La principal ventaja del PAN-PRD y Creel será el dinero y los programas sociales del gobierno federal. Aunque de mala gana, las televisoras apoyarán al panismo, en primer lugar porque se les pagará por ello y, en segundo, para no molestar a la autoridad saliente.
16.- La principal ventaja de Morena-PT-Convergencia y López Obrador será el apoyo de los mejores intelectuales, la organización en cada pueblo de México y el trabajo siempre profesional de los medios más objetivos que hay en el país (Reforma, La Jornada, Proceso, el noticiario de Carmen Aristegui, El Chamuco y los medios alternativos y las redes sociales de internet en las que cada ciudadano es un reportero).
17.- La principal desventaja del PRI y Peña Nieto será el pasado de ese partido, que no se olvida.
18.- La principal desventaja del PAN-PRD y Creel será la falta de proyecto. Los dos gobiernos panistas que ha habido, el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón, jamás han exhibido una mínima idea de un proyecto de nación más o menos coherente, y no parece Creel capaz de corregir esa falta en tan poco tiempo.
19.- La principal desventaja de Morena-PT-Convergencia y López Obrador será el nulo apoyo de los grandes medios y la falta de recursos (la mayor parte del dinero público que se asigna a la izquierda se la llevará el PRD al PAN).
20.- Al final, la elección presidencial la decidirá la condición social, económica y de seguridad en la que se encuentre el país el próximo año, esto es, si sigue creciendo o no el número de ciudadanos indignados por el desempleo y el crimen organizado, lo que pase con el dólar, las repercusiones en México de las crisis financieras en Estados Unidos y Europa, en fin, que muchas cosas todavía van a pasar.
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