Y Acción Nacional sigue en su abyecta posición de perjudicar a los sonorenses y a sus descendientes, con los absurdos acuerdos tomados en el congreso local, por instrucciones del gobernador Padrés, que ya no conforme con el daño que le está causando a Cananea con el apoyo que le está brindando al grupo México y al sindicato de la empresa Buenavista, máscara de la verdadera organización dizque sindical manejada por el sempiterno líder Napoleón Gómez Urrutia , ahora escritor de altos vuelos y de ideas retrógradas, que sólo piensa en sí mismo y en los millones de dólares que se llevó al exilio voluntario en que vive, olvidando totalmente a los mineros de la sección 65, que están una odisea en la que va de por medio su patrimonio, logrado en los años duros, difíciles, de esclavitud laboral y de insurrección gallarda, que originaron con la sangre derramada en el México que hoy disfrutamos.
Como consecuencia de su lealtad abyecta que les permite estar de rodillas ante el gran tótem que ordena sacrificios en perjuicio del pueblo sonorense, como acaba de pasar con el presupuesto que se niegan a aprobar los azules por el hecho de que no contiene la tenencia estatal propuesta por el góber (?), para tener el dinero indebido que requiere para sus tranzas y movimientos sucios electorales.
En igual forma los señores del blanco desteñido y el azul mugriento, se rehúsan a dar su conformidad con la dotación de recursos que requiere la Universidad de Sonora, dejando el campo caliente y a punto de explotar en los términos y condiciones en que sucedieron hechos similares en 1967, poniendo en peligro a la institución más prestigiada de Sonora, tan sólo con la idea de ponerla a su lado en la lucha electoral en la que la juventud impondrá sus condiciones con el fin de que esta entidad sea territorio de emancipación de los poderes corruptos y no teatro en el que se dispute el trofeo del poder y las infectas ambiciones de personas que debieron haber nacido en la época de la conquista, para que Ignacio Zaragoza les hubiera roto la madre en los fuertes de Loreto y Guadalupe en Querétaro, además de la paliza de la Noche Triste.
Fue también en ese siglo de gloria en el que Juárez llevó ante el paredón a los traidores que estuvieron a punto de vender a su patria, conquistando no tan sólo merecidos laureles, sino la independencia de nuestro país, gravemente comprometida ante una potencia extranjera que pretendía subyugar a los mexicanos con el imperio, como ahora buscan hacerlo los panistas que gobiernan, cada vez menos, con el dominio de gentes extrañas a las que someten sus convicciones.
Tenemos un claro ejemplo en el comportamiento de los gobernantes del nuevo Sonora, que rehúsan ponerse del lado de la razón y la justicia, aplicando impuestos onerosos a los sonorenses, con el sacrificio de los habitantes de esta tierra, a quienes se les administran nuevos gravámenes en afectación clara de la economía de sus familias.
Tan cierto es lo anterior, que nos atrevemos a proponer una comparecencia popular ante los enemigos del pueblo, para probar que en Sonora la educación no es gratuita, que le pueblo paga la educación y que Padrés ha impuesto tributos de más de mil 600 pesos por alumno, en la educación media superior, que se exigen cuotas a los jefes de los hogares para el mantenimiento de los edificios escolares y que el aseo de estos templos del saber están a cargo de los alumnos, en algunos casos, y en otros de los padres de familia, substituyendo la cooperación física con la económica. Nada de que la educación es gratuita y que los uniformes escolares también. Todo se paga, hasta la transportación estudiantil sigue siendo de paga y los famosos boletos para este servicio gratuito, nadie los conoce. Y menos que los cercos levantados para las escuelas realizadas por el PRI, que son todas en el caso de Empalme, sean el justificante del salto del chapulín a la alcaldía empalmense.
