Alfredo Pascual
Noche de cuchillos largos en internet. Anonymous -un pseudónimo globalmente empleado por grupos o individuos que sostienen defender la libertad de expresión en internet- desencadenó anoche, en respuesta al cierre de Megaupload, un hackeo masivo contra diversas webs gubernamentales y de la industria discográfica norteamericana. Con más de 27.000 ordenadores implicados y cerca de 10.000 personas tras ellos, se trata del mayor ataque informático que se recuerda, por encima incluso del registrado tras la clausura de WikiLeaks.
El método empleado ha sido el DdoS, o ataque de denegación de servicio, que consiste en saturar las páginas webs con demasiadas visitas simultáneas. Los sitios del Departamento de Justicia, de la Oficina federal de Copyright o la Jefatura de Policía de Utah (cuyo logo fue sustituido por el de Megaupload) han permanecido fuera de servicio durante gran parte de la noche de ayer sin que sus responsables pudieran hacer nada por evitarlo. Ni siquiera la página del FBI, al que se le suponen unas excepcionales medidas de seguridad, ha sido capaz de resistir a los envites, al tiempo que corre el rumor de que cientos de contraseñas de la Agencia Federal podrían haber sido sustraidas. En el panorama nacional las consecuencias las sufrió laSociedad General de Autores y Editores (SGAE), que al tratar de acceder mostraba un error "504 Gateway timeout".
Otros grandes damnificados han sido las principales discográficas: Sony Music, Warner, EMI o Universal han sido objeto de las iras de los 'hacktivistas'. Consideradas como un 'lobby' económico en Estados Unidos, Anonymous culpa a estas compañías del cierre, en la tarde de ayer, de Megaupload. Este servicio actuaba como un gran disco duro virtual donde millones de usuarios alrededor del mundo alojaban sus contenidos, tanto legales e ilegales, como podría verse en cualquier disco duro doméstico.
Las críticas al ejecutivo de Barack Obama están arreciando ya que, de momento, todos los archivos alojados en Megaupload permanecen bloqueados, incluso aquellos que no infringen ningún derecho de propiedad intelectual. De hecho los 'hacktivistas' han conseguido crear, en tiempo récord, un clon de Megaupload, que ha tenido un servicio intermitente desde la dirección megaupload.bz.
"Somos el 99%"
Todo comenzó a primera hora de la noche. En un mensaje de Twitter, Anonymous explicaba: "Somos el 99% [máxima de los indignados] - Somos Anonymous - Esperad, habrá más #Megaupload". A partir de ese momento las webs fueron cayendo como fichas de dominó. "Coged palomitas, va a ser una larga y divertida noche", seguía informando el grupo al filo de la medianoche. Sus acciones fueron recibiendo el apoyo masivo de las redes sociales y el hastag #OpMegaUpload se convirtió en trending topic global en apenas unos minutos. Para muestra, un botón: la cuenta @YourAnonNews, que habitualmente informa de las acciones del grupo, rondaba en la medianoche los 106.000 seguidores. A las 4 de la mañana eran 196.734 los que seguían sus informaciones por la red social. Un incremento de lectores que se ha disgregado entre múltiples cuentas, dado que Anonymous no tiene una cuenta ni una página web oficiales.
Muchos internautas incluso se han aventurado a hablar de la 'I Guerra Mundial Digital', una comparación que puede resultar exagerada en primera instancia pero que toma otra perspectiva si se consideran las pérdidas a las que se expondría una compañía como Warner o Sony de tener su sitio web inoperativo por un periodo prolongado.
Barrett Brown, periodista relacionado a Anonymous, aseguraba sobre la 1 de la mañana: "Esto solo acaba de empezar. Estamos haciendo una campaña dirigida contra los congresistas demócratas que apoyan la SOPA", en relación al proyecto ley de propiedad intelectual que el gobierno de Estados Unidos planea aprobar próximamente.
"Si esto ha sucedido sin la ley SOPA, imaginad qué ocurrirá cuando entre en vigor. Será el fin del internet tal y como lo conocemos", advierte Anonymous.
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