País rico es el que no tiene niños pobres. México necesita que su próximo presidente le ofrezca un monumental programa de rescate y promoción de sus niños, adolescentes y jóvenes, ya que la situación actual de estos sectores constituye la peor tragedia nacional. Esto se demuestra al leer juntas algunas noticias recientes: Evalúa-DF: Viven en condiciones de rezago un millón 300 mil niños, tres de cada cuatro. OCDE: México, único país en el que estudiar más no da ventajas; ocupa el segundo lugar en número de personas sin completar la secundaria. En México hay siete millones de ninis entre 15 y 29 años. (Expertos: este informe revela fracaso total del Estado mexicano).
El coordinador del seminario de Investigación en juventud de la UNAM, José A. Pérez Islas, advirtió que más de 7 millones de muchachos sin escuela ni trabajo son una bomba de tiempo que reventará pronto: una generación para la que será más fácil vincularse con la extralegalidad. (Personalmente, creo que esa bomba ya nos explota en las manos).
Save the children: La violencia de este sexenio devasta a la niñez, urge revisar políticas. Rector de la Universidad La Salle: la brutalidad actual, producto de una instrucción sin valores desde hace 20 años. Inegi: dos de cada cinco suicidios en el país son de personas entre 15 y 30 años. Según el Banco de México, las mujeres ganan 20 por ciento menos que los hombres; también dice el Inegi: 60 por ciento de las familias tienen al frente a una mujer.
El Coneval asegura que 83.5 por ciento de los niños mexicanos viven en pobreza. De 2.5 millones de nacimientos anuales, 480 mil corresponden a madres de 20 años de edad o menos, y 60 por ciento no fueron planeados. Además, 50 por ciento de infectados con VIH tienen entre 5 y 24 años de edad. Secretaría de Salud: entre 1970 y 2009 la cifra de adolescentes en el país casi se duplicó, al pasar de 11 a 21.8 millones; actualmente este sector representa 20 por ciento de la población. De ellos, casi 30 por ciento sufre vulnerabilidad por ingreso o carencia social y, aunque son la cuarta parte de los mexicanos, sus derechos económicos, sociales y culturales no han sido cubiertos con políticas públicas específicas.
Organizaciones de derechos humanos aseguran que los jóvenes son los más agredidos por el Ejército. En tanto, la SSP firma contratos privados para construir siete reclusorios y paga a los estados cerca de 550 millones de pesos al año por manutención de 30 mil reos federales.
¿No será mucho mejor invertir en escuelas que en cárceles; mejor en maestros que en soldados y policías?
Andrea Bárcena.
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