miércoles, 27 de marzo de 2013

FMI: opinión pública en México es contraria a la reforma energética


Roberto González Amador
Publicado: 27/03/2013 11:07 (La Jornada)

México, DF. México es ejemplo de un caso fallido de reforma al sector eléctrico, sostuvo este miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo aseguró que en el país existe una opinión pública que está “en contra de la privatización” del sector energético, un hecho que, dice, vuelve más difícil la introducción de cambios legales en esta industria, que por mandato constitucional está en manos del Estado.
“El fracaso de la reforma en el sector eléctrico en México pone de manifiesto los numerosos obstáculos para una reforma exitosa”, sostuvo el organismo en un informe en que analiza los mecanismos de subsidio a la energía en varios países. El reporte fue publicado en momentos en que el gobierno mexicano busca generar acuerdos para modificar la estructura legal del sector energético.
Una larga historia de tarifas subsidiadas y de dominación vertical y horizontal del sector por parte de compañías propiedad del Estado “crearon fuertes grupos de interés en contra de las reformas, especialmente por parte de consumidores y de sindicatos”, sostuvo el FMI en el reporte Reforma a los subsidios a la energía: lecciones e implicaciones, publicado esta mañana.
“La fragmentación política, un mandato constitucional para que el sector público controle el sector eléctrico y una opinión pública en contra de la privatización provocan que la reforma en el sector sea más desafiante”, expuso el organismo.
El reporte del FMI analiza los diferentes esquemas de subsidios a la energía, tanto en lso derivados de petróleo como en la electricidad en una veintena de países en desarrollo de varias regiones del mundo. En el informe, el organismo asegura que, en términos generales, con los subsidios al consumo de energía los gobiernos buscan proteger a los consumidores aunque, sostiene, estas transferencias tienen un alto costo.
“Los subsidios son costosos para los gobiernos y para los contribuyentes y pueden dificultar los esfuerzos de los gobiernos para reducir los déficits fiscales y brindar ayuda directa a los pobres”, según el FMI. El gasto en subsidios al consumo de energía –que funcionan tanto para productores, en el campo, por ejemplo; como para consumidores—compite directamente en el uso de recursos que podrían utilizarse para otras prioridades de gasto público, como son la construcción de carreteras, escuelas y cuidado de la salud, según el organismo.
En el caso particular de México, al señalar que la larga lista de consumidores de electricidad que reciben subsidios ha contribuido a incrementar en general el gasto público en estas subvenciones, dado que muchos segmentos de usuarios han sido reclasificados en los rangos de mayor recepción de subsidio.
“La experiencia de México también sugiere que la existencia de una enfocada red de protección (como Oportunidades) y el compromiso del gobierno con llevar a cabo sólidas políticas macroeconómicas no son suficientes para una exitosa reforma a los subsidios al consumo de electricidad”, estableció el reporte. “Una exhaustiva campaña de información, así como una contabilidad transparente sobre el costo de los subsidios, pueden ser pasos importantes para emprender una reforma exitosa”, apuntó.

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