domingo, 16 de noviembre de 2008

Ni tan loco

Con el reciente spot en el que aparece más de una docena de conocidos actores de la televisión y el cine en nuestro país, así como de personalidades representativas de nuestra cultura, como es el caso de Héctor Bonilla, Bruno Bichir, Daniel Giménez Cacho, Eugenia León, entre otros, asegurando que la propuesta de reforma de Calderón y del PRI-AN es de tendencia privatizadora, y externando que comparten los puntos de vista de Andrés Manuel López Obrador y el Frente Amplio Progresista, se crea un mar de dudas entre la gente que por un lado ve en la mayoría de los medios de comunicación (sobre todo televisivos) diciendo que Andrés Manuel López Obrador es un loco, y por otro lee a escasos columnistas o ve casi nulos entrevistados en noticieros que aseguran que el destino del país se avizora sombrío por la equivocada dirección dada por el gobierno de Calderón.

Pues se le criticó mucho a López Obrador que no obstante se hubieran adoptado muchos de sus planeamientos para la iniciativa de reforma, seguía necio diciéndole que no, a lo que éste explicó que lo que pasaba es que había una gran omisión o una recoveco en la ley, por la que PEMEX corría el riesgo de ser privatizada y ser controlada por las grandes transnacionales (que en materia de petróleo son escasas).

“No se suscribirán contratos de exploración o producción que contemplen el otorgamiento de bloques o áreas exclusivas”, son las claras y sencillas palabras con las que la propuesta de AMLO y el Frente Amplio Progresista, querían blindar a PEMEX y a las aguas de la nación, de la privatización, a lo que rotundamente la mayoría en el Congreso y el Senado conformada por el PRI-AN, se negó incluir en la reforma.

Otro de los puntos medulares que peleaban los opositores a la propuesta de Calderón fue que se plasmara que no se permitiría un solo contratista para hacer los trabajos de exploración y explotación, cosa que por supuesto tampoco se incluyó en la reforma.

Por lo que el hecho de que un gran número de los no tan vastos buenos, serios y reconocidos actores de nuestro país, apoyen o compartan los puntos de vista de AMLO y del FAP, significa que ellos también están locos, o que AMLO no resultó tan loco.

Empero si los artistas interpretan la realidad en la que están inmersos y la transmiten a su público (que somos todos nosotros) y que por su vocación poseen un agudo criterio para entender su entorno, resulta pues que si ellos están locos -como loco llaman a AMLO los de tapujos casi siempre protectores del status quo-, lo que ellos representan en escena y la realidad que conciben, carece de racionalidad, así como la cultura que a través de sus escenas se plasman en nuestras conciencias.

Atentamente.

Aristóteles Rangel Gutiérrez

http://www.milenio.com/node/115013

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