domingo, 10 de mayo de 2009

Wei Wu

Por el Lic. Mefistófeles Satanás

A principios de los treintas, Mao Tse Tung era la estrella del partido comunista chino. Usando tácticas guerrilleras Mao mantenía en jaque a los ejércitos de Chiang Kai Shek, Este último tenia mayor numero de soldados, mejor y mas abundante armamento, y contaba con consejeros militares alemanes.

Pero entonces hubo un conflicto interno en el partido. Un grupo llamado los 28 bolcheviques (28B) quitaron a Mao del mando. El 28B desdeñaba a los campesinos y la guerra de guerrillas. Ellos querían enfrentarse abiertamente a Chiang Kai Shek y disputarle el control de los territorios y ciudades. A Mao lo exiliaron a una granja en Hunan bajo arresto domiciliario.

Mao no dijo nada. Sus incondicionales no lo entendían. ¿Por qué se queda callado? ¿Por qué no dice nada? Pero Mao siguió callado. Es que Mao es un cobarde, decían los del 28B.

Pues bien, la estrategia del 28B fue un fiasco. Chiang Kai Shek contra-atacó y empezó a rodear a los comunistas. Miles de milicianos desertaron. Finalmente, 100,000 milicianos lograron romper el cerco de Chiang y se dirigieron al norte. Mao se unió a ellos.

En el camino, Mao comenzó a exponer los errores del 28B: “La retirada no debe ser en línea recta pues eso hace mas fácil que nos sigan. Mejor deberíamos ir al sur donde hay simpatizantes. ¿Por qué tenemos que andar cargando archivos y otra impedimenta inútil? Debemos marchar ligeros y sin bagajes y reclutando a los campesinos que encontremos.”

Poco a poco Mao fue recuperando el mando. Los oficiales reconocieron lo correcto de sus comentarios. Mao era practicante de la filosofía china del wei wu. Según esto, el pelear en circunstancias adversas es a veces contraproducente. Es mejor a veces esperar y dejar que los enemigos cometan errores. Y el guardar silencio cuando el enemigo espera tus declaraciones lo ofusca más y hace que cometa más errores. Esto también recuerda el consejo chino de “si te sientas pacientemente a la orilla del rio tarde o temprano veras flotar el cadáver de tu enemigo”.

Durante la PANdemia, AMLO se mantuvo callado. Dejó que los eventos se desarrollaran. El gobierno demostró solito su incapacidad y estupidez. Empezaron primero declarando que el mundo se iba a acabar, que se iban a morir millones de gentes, y que era letal salir a la calle. Poco a poco fue saliendo a relucir la verdad. En el México Ganador de los PANistas, más gente se muere de hambre que de gripa. Pero AMLO no dijo nada. Dejo que los PANistas la siguieran cagando. Wei wu.

Finalmente, AMLO habló. En un mitin espontáneo en Tabasco AMLO dijo, en el tono dicharachero del sureste: “¡Qué influenza ni que ocho cuartos!” Esta frase, burlona, resume perfectamente el desprecio que millones de mexicanos sienten contra este gobierno y sus farsas. Toca a ustedes propagarla. Wei wu.

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