El 8 de junio de 2008, en el diario Excélsior un chef mexicano se quejaba de su sueldo: poco más de 2 mil pesos al mes.
La Cafebreria El Pendulo S.A. de C. V. puso, en internet, un anuncio solicitando contratar a un chef repostero que sea una "persona puntual, responsable, organizada, con amplios conocimientos y experiencia mínima de 2 años en la línea de postres, ya que va a estar encargado directamente del área, deseable haya manejado personal a su cargo". ¿Sueldo? 7 mil 350 pesos al mes en "en un horario de 7:30 am a 5 pm de lunes a viernes y sábados de 7:30 am a 2:00 pm".
Otra empresa ofrece 8 mil pesos mensuales a un chef industrial.
Eso significa que es caro el chef personal del secretario de Economía del gobierno de Calderón, al que se le pagan 14 mil pesos mensuales. Libres de impuestos, además
Es decir, el señor Gerardo Ruiz Mateos, funcionario responsable del fomento económico en la administración calderonista, se pudo haber conseguido un chef más barato.
Pero, un momento, ¿deben los servidores públicos tener chef personales? No, por supuesto.
Considero el colmo de la frivolidad y el derroche que un burócrata tenga a su propio "jefe de cocina, en especial de un restaurante", según define al chef el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española.
Lo anterior no me sorprende. Porque para eso se robaron la elección los panistas: para derrochar, para jugar a sentirse poderosos y ricos, para darse la gran vida.
Se entiende que el país esté hundido en la peor de las crisis. Con un gobierno tan malo y despilfarrador, no podía ser de otro modo.
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