martes, 28 de octubre de 2008

La aprobación de la reforma energética deja al descubierto, una vez más, qué es la clase política mexicana

Hoy, miércoles 23 de octubre de 2008, fue aprobada la reforma energética en el Senado, en acuerdo por los tres principales partidos políticos de México: PAN, PRD, y PRI. Aunque la propuesta original de Felipe Calderón no pasó, la propuesta final que fue aprobada deja mucho que desear, y deja de manifiesto que la clase política mexicana aún está compuesta (o descompuesta) de malos mexicanos, que nunca pondrían el interés de las mayorías por arriba de sus ambiciones personales. Siendo ellos corruptos, aprobaron una reforma que no solo deja abiertas las puertas a la corrupción en PEMEX, que se supone se debería de eliminar, y deja la posibilidad de que extranjeros y empresas nacionales (esto es un modo de privatizar el sector) puedan tener derechos de explotación. Ahora la acéfala (en su mayoría una parte, corrupta la parte) prensa mexicana le seguirá el juego al oficialismo diciendo que la toma de las tribunas, en su momento tan duramente criticado, resultó exitoso, y que ya no tiene sentido el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La clase política mexicana se siente dueña del país: no importa la opinión de la gente, es más, si se puede, hacen ilegal el derecho a manifestarse; solo importan sus intereses; no importa el voto de la gente: ellos imponen al Presidente. No importa el desarrollo del país: se dedicaron a acumular millonarias reservas de dólares que ahora están regalando, en vez de haber sido utilizados en infraestructura, en crear empleos, a desarrollar un campo productivo, para que no importemos hasta los alimentos más mexicanos, en hacer a México un país más independiente del extranjero, causa principal por la que la economía actualmente va en franca caída. Hay cada vez más molestia contra el actual gobierno mexicano, y esta molestia se incrementará de manera importante a medida que la crisis mundial nos afecte más. AMLO ha dicho hoy que “esto todavía no termina”, y a convocado a reunirse el domingo en el zócalo capitalino, y el martes en la cámara baja. No fue considerada su petición de incluir 12 palabras para prohibir contratos privados para la exploración y perforación de petróleo mediante la asignación de bloques de territorio o en aguas nacionales. Como bien señaló AMLO: Si no se quiere realmente privatizar, ¿por qué no se agregó su propuesta?. Una lección nueva para AMLO, si es que no la ha aprendido ya: sus enemigos no solo están en el PAN y en el PRI; también están en el PRD, en donde al parecer fingen demencia de que están allí, por el efecto AMLO 2006, y que si AMLO desconoce al PRD, el PRD puede dar por descontado que ya no es la segunda fuerza política en México.
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