Escrito por Proceso |
Domingo, 02 de Diciembre de 2012 23:58 |
J. Jesús Esquivel
2 de diciembre de 2012
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos tienen un amplio y
detallado expediente acerca de los presuntos nexos de Genaro García Luna
con el narcotráfico, según revelan a Proceso fuentes de la DEA. A las
sospechas en torno de quien fungió como secretario de Seguridad Pública
en México se suma un patético episodio protagonizado por él mismo. En
una reunión de la Iniciativa Mérida efectuada en septiembre último en
Washington, el gabinete de seguridad de Barack Obama quedó sorprendido
cuando García Luna pidió “perdón” por el ataque de policías federales
contra agentes de la CIA en Tres Marías. “Lamentable” actitud, dice uno
de los testigos del encuentro.
J. Jesús Esquivel
WASHINGTON (Proceso).- El 18 de septiembre de 2012 las palabras de
Genaro García Luna dejaron atónito al gabinete del presidente Barack
Obama: El titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal se
disculpó por el ataque de policías federales contra efectivos de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA).
“Quiero aprovechar para pedir una disculpa institucional y personal por
los hechos ocurridos en Tres Marías”, se lee en la transcripción de las
palabras de García Luna, recogidas en “documentos clasificados” del
Departamento de Estado –cuya copia tiene Proceso– alusivos a la reunión
del Grupo Consultivo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida, a puerta
cerrada el pasado 18 de septiembre en Washington.
Dirigiéndose a la secretaria de Estado Hillary Clinton, al procurador
general Eric Holder y a Janet Napolitano, secretaria de Seguridad
Interior, García Luna precisó: “Vamos a hacer todo para castigar a los
responsables”.
Los documentos clasificados del Departamento de Estado –en sus tomas 7 y
8, proporcionadas a Proceso por uno de los secretarios presentes en el
encuentro– dejan la impresión de que García Luna y Felipe Calderón saben
quién y por qué perpetró el atentado contra los agentes de la CIA y un
capitán de la marina mexicana.
“El señor presidente nos ha instruido a hacer todo lo que esté de
nuestra parte y nuestra convicción es llevar a cabo un trabajo
eficiente. Se va a castigar a los responsables, sin duda.
“La institución va a hacer todo lo necesario para resolver este caso y
por supuesto mantener eficiencia en lo que es cooperación con ustedes”,
enfatizó García Luna en la disculpa dirigida a todos los integrantes del
gabinete de seguridad de Estados Unidos.
Una figura truculenta
Los agentes de la CIA Stan Boss y Chase Garnes y un capitán de la Marina
de México fueron víctimas de un ataque con fusiles AK-47 por parte de
policías federales –bajo el mando de García Luna– que actuaron vestidos
de civil el pasado 24 de agosto en Tres Marías, Morelos.
García Luna “habló en español y me quedé atónito al escuchar sus
palabras pidiendo una disculpa a Estados Unidos por el incidente de Tres
Marías, mientras que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos sigue
matando a mexicanos en la frontera y nadie, por parte del gobierno
estadunidense, pide disculpas por ello”, dice el secretario que entregó
los documentos clasificados a Proceso.
De todas las confianzas de Calderón, García Luna siempre fue una figura
truculenta y misteriosa para el gobierno de Estados Unidos, el que
durante todo el sexenio optó por mantenerse al margen y evitó hacer
comentarios sobre los cientos de reportes que tiene de los posibles
lazos del extitular de la SSP con el crimen organizado.
“Los servicios de inteligencia tienen una abultada recopilación de
informes recabados en México y en Estados Unidos, que señalan los
posibles nexos de García Luna con miembros del narcotráfico. Por ejemplo
con los Beltrán Leyva, con Los Zetas y el Cártel del Golfo. Alguna de
esta información data desde el sexenio de Fox”, declara a Proceso un
agente de la agencia antidrogas estadunidense (DEA) que mantuvo
irrestricta la condición del anonimato.
“Si el gobierno de (Enrique) Peña Nieto toma la decisión de revisar y
darle seguimiento a esa información de inteligencia sobre García Luna,
es posible que con ella se aclaren algunas de las dudas y misterios que
hay sobre la lucha contra el narcotráfico en el gobierno de Calderón”,
acota.
–¿Por qué ahora que se termina el sexenio de Calderón las agencias de
Estados Unidos hablan más abiertamente sobre García Luna? ¿Por qué no lo
hicieron antes si ya tenían información de inteligencia importante
sobre él? –se le pregunta a la fuente de la DEA.
–Por respeto a la institucionalidad mexicana y porque él era el contacto
directo con Estados Unidos, asignado por el presidente mexicano. Sólo
por eso.
–¿En Estados Unidos hay pruebas que pudieran implicar directamente a García Luna con el narcotráfico?
–Hay información detallada. El desarrollo de las investigaciones le
corresponde a las autoridades federales mexicanas, si es que tienen la
disposición de hacerlo y desarrollar una pesquisa –contesta.
Édgar Valdez Villareal, La Barbie, en una carta publicada el 28 de
noviembre en el periódico Reforma , asegura que García Luna estaba en la
nómina de los grupos del narcotráfico desde hace 10 años.
“Me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y de la
delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por
Armando Espinosa de Benito quien trabaja con la DEA y me pasaba
información; Luis Cárdenas Palomino, Édgar Eusebio Millán Gómez,
Francisco Javier Garza Palacios, Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas
Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena quienes
también forman parte y reciben dinero de la delincuencia organizada y de
mí”, dice La Barbie.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1883, ya en circulación) |
El gobierno no puede abusar de la gente si esta se interesara más por la política( J.J. Rousseau).
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