lunes, 16 de julio de 2012

España es un lastre

@Beam


Que “El País”, un diario español, llamó “un lastre” al candidato de izquierdas a la presidencia de México, López Obrador. Pues bien.
España, parte del grupo de países conocido como los “PIIGS” (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), es un lastre para la Unión Europea.
Una burbuja inmobiliaria y una serie de pésimas decisiones económicas barrieron con la estabilidad y la bonanza de la nación española.
Para salvar a la banca de España, la Unión Europea tendrá que inyectar 100 mil millones de dólares a dichas instituciones.
Este dinero vendrá ¿de quién más? de los contribuyentes de los países europeos con las mejores economías, en especial de Alemania.
Las cifras de desempleo entre los jóvenes ibéricos es ya del 50%. No estamos hablando de personas sin educación, estos jóvenes son en gran parte gente con estudios, incluso con posgrados. En total son más de 5 millones de desempleados en España.
España es también un lastre para México.
Esos bancos que la Unión Europea rescata con dinero de los europeos llevan un par de décadas emulando a los “calamares vampiro” con los usuarios y tarjetahabientes mexicanos, cobrando una cantidad mucho mayor por sus servicios en nuestro país que en otros, incluyendo España.
Además de los bancos, empresas como Repsol o Prisa (grupo dueño de El País) han utilizado la situación ventajosa que encuentran en México –una especie de bono colonial- para obtener pingues ganancias a expensas de los nativos.
Pero no solo eso, en varias ciudades del país como en el DF, es cada vez mayor el número de españoles que vienen a competir con los mexicanos por puestos de trabajo, los cuales en nuestro empobrecido país no sobran.
Por supuesto, la mentalidad enferma de muchos mexicanos favorece al extranjero por encima del profesionista nacional, lo cual dará ventaja a muchos exiliados españoles que en realidad no poseen una auténtica superioridad de conocimientos o destreza. Es una triste realidad.
Por todo esto, resulta sumamente cínico que un emisario de un país que tanto lastre representa para México y para el mundo (su principal aportación al mundo en estos momentos es La Liga española de fútbol, la cual destaca por sus estrellas extranjeras, principalmente) tache de “lastre” a un tipo cuyo propósito en estos momentos es limpiar en lo posible la enlodada elección del 1 de julio.

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