viernes, 27 de julio de 2012

Acuerdo pacífico: Presidente interino y paz para la nación

Por Leopoldo Santos Ramírez / Dossier Político
Día de publicación: 2012-07-27
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La propuesta del Movimiento Progresista en boca de Andrés Manuel el día de ayer es muy sencilla. El Congreso debe nombrar un presidente interino y éste se encargaría de convocar a nuevas elecciones. Así de simple sin complicaciones es el camino para empezar a componer la democracia mexicana que se transformó al punto de convertirse en un tianguis electoral. El planteamiento de Andrés Manuel es además una propuesta racional para llegar a un acuerdo pacífico ante las divergencias que se han producido por la forma en la que fueron manipuladas las elecciones.
Ayer, en conferencia de prensa del candidato de las izquierdas en boca de éste se pronunció la palabra paz, palabra que casi se ha desterrado del lenguaje de los partidos políticos, pero que es un anhelo que no ha podido eliminarse de la memoria de los mexicanos. En efecto, durante décadas no la hemos podido pronunciar sin sentir nostalgia por los tiempos en los que la violencia organizada no se había enseñoreado en nuestro país.
Hoy, la crisis política a la que nos condujeron los poderes fácticos, la alianza de Televisa, el IFE, la presidencia y el PRI, coaligados para fraudear las elecciones, nos brinda también la oportunidad de una negociación pacífica que implique la designación de un presidente que asuma sus funciones al término del gobierno de Calderón y que prepare, junto a las fuerzas políticas de la nación, nuevos comicios de donde saldría el nuevo presidente constitucional, legitimado por elecciones equitativas, auténticas y democráticas, tal y como lo establece la Constitución Mexicana, norma fundamental de las relaciones sociales y políticas de la nación.
No se trata de una situación que no tenga antecedentes en otros países y que inclusive en nuestro propio país no se haya realizado antes. Tampoco se trata de algo que está fuera de la ley. Nadie debe llamarse al pánico y dejarse llevar por las plañideras que tratarán de rasgarse las vestiduras para atacar a Andrés Manuel y al Movimiento Progresista. Nada se desestabilizaría en el país con un presidente interino y con nuevas elecciones. Por el contrario, en el caso de que las fuerzas de los poderes fácticos y PRI se empeñaran en sentar en la silla del águila a Peña Nieto, los mexicanos estaríamos a merced de una banda facinerosa que arrinconaría más a la población en la pobreza y en la injusticia. Las perspectivas, de suceder esto serían catastróficas para la soberanía y quedaríamos más subordinados a Estados Unidos.
Como lo ha dicho el candidato Andrés Manuel, las pruebas del fraude electoral siguen llegando día con día. Lo paradójico del caso es que son los propios militantes priístas y personas que vendieron su voto, quienes están aportando datos e información de lo que puede llegar a ser la compra de votos más descomunal del mundo, no solamente de nuestro país. Antier mismo, el candidato de las izquierdas presentó a la prensa una lista de aproximadamente cinco mil personas a quienes en el estado de Tabasco se les entregó una tarjeta Monex de la lealtad.
Pero esto es apenas una muestra pequeña de lo ocurrido en todo el país, y que ha sido documentado ampliamente. De allí la necesidad del acuerdo pacífico.

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