APERTURA DE MUSAS

por Isabel Dorado Auz

Thursday, 20 de August de 2009

Después de un acelerado proceso de construcción, que todavía no culmina, será el próximo 9 de Septiembre cuando el “gobernador” del estado dé por inaugurado el Centro Cultural Musas. Se pretende que sea una colección de Rufino Tamayo la que de inicio a las primeras actividades del centro cultural, así lo declara, en Expreso, Rosa María Haas, primera directora del mismo.

Se cumplirá así con el capricho personal de Eduardo Bours de darle funcionalidad a tal obra que se construyó a costa de destruir el Parque Villa de Seris. Por lo que en un acto de provocación pretende cortar el listón inaugural, antes de dejar la gubernatura del estado. Como se sabe, seis defensores del Parque todavía estamos en proceso penal y se aprovechará tal fecha para reclamar, una vez más, la arbitrariedad y vejaciones sufridas por parte de quien se robó el Parque Villa de Seris.

No sabemos si el gobernante entrante ya negoció la impunidad del saliente o si revisará a fondo la serie de irregularidades cometidas. No tiene la culpa Rufino Tamayo de los desaseos del boursismo, y solo recurriremos a nuestro derecho de libre manifestación. Dentro de este espacio solo me permitiré hacer un acróstico al respecto (MUSAS):

Mucha corrupción y soberbia fue necesaria para arrebatarle un área verde a los hermosillenses.

Unidad fue lo que mostró el pueblo durante más de un año, antes del 14 de Marzo de 2008 en que fuimos reprimidos violentamente por la policía municipal y encarcelados posteriormente en la penitenciaría.

Servilismo fue lo que ofreció Ernesto Gándara a cambio de conseguir la candidatura del PRI al gobierno del estado. El resultado, ya lo sabemos, Bours solo utilizó sus aspiraciones para provecho personal y, al final, el Borrego pasó a la historia como el alcalde que no supo defender los intereses de los hermosillenses.

Adhesiones importantes a la causa ecológica provinieron de distintas partes del país. Incluso un llamado de atención a la presidencia de la república para que exonerara de los cargos, falsos, imputados a los defensores del parque. Mientras en Sonora, algunos cultureros y autoridades de universidades públicas y privadas avalaban con su firma la destrucción del Parque.

Solidaridad es la que se requiere para que los movimientos sociales tengan un buen fin cuando se topan con gobiernos insensibles a la voluntad popular.