El pueblo hondureño está dando una muestra de dignidad y valor civil que se manifiesta en contra de la imposición de un presidente espurio, que ha arrebatado el poder público para luego legalizarlo en tribunales alineados, protegido por un ejército fragmentado y observado por una comunidad internacional conmocionada por la persistencia de la barbarie en estos tiempos de discursos democráticos.
El retiro de los embajadores, de las naciones que se oponen al golpe de estado, en Honduras es un primer paso que debería ser suficiente para que Micheletti, y los demás golpistas, cedan en sus pretensiones totalitarias que amenaza con desestabilizar una región del continente que sigue en la lucha contra los déspotas y tiranos de la derecha internacional. Esa misma derecha, que incluso gobierna en México, ha demostrado su verdadera vocación intolerante y represora cuando las fuerzas sociales le son adversas: sin aviso previo recurren al arrebato del poder popular para luego legalizar el golpe con eufemismos y ceremonias inéditas. Lo vemos en Honduras, lo vimos en México.
Hoy Calderón se llena la boca con un falso discurso demócrata, codeándose con la nata de la izquierda latinoamericana la cual está reunida para detener el crimen de los socios ideológicos del auto nombrado presidente del empleo. Tal paradoja no podría haber sucedido de no ser por que el golpe de estado es injusto desde cualquier punto de vista. De no haber condenado la traición a Zelaya, Calderón habría sido un cómplice tácito de la ruptura del órden constitucional en un país con quien México tiene relación diplomática. Pero Calderón no está en una postura demócrata, no hay que dejarse engañar, este señor sólo esta tratando de evitar ser objetivo de críticas y comparaciones con Micheletti; por que si realizamos un simple ejercicio comparativo entre Claderón y los golpistas seguro veríamos a México hace tan sólo unos años.
Hay algunos facistoides, quienes fungen como empleados de propaganda calderonista, que alaban el golpe de estado justificando la ilegalidad de la consulta que promovía, no el gobierno de Manuel Zelaya, sino la sociedad civil. Tal temor nos recuerda el terror de la derecha en México cuando se realizó la consulta petrolera a pesar de no ser vinculante. Ven ilegalidad en la consulta hondureña pero convenientemente ignoran la brutalidad usada por la oposición para impedirla. Sólo les falta decir: "Zelaya se lo buscó", así como esos mismos dijeron que AMLO se buscó el desafuero.
México y Honduras tienen semejanzas apabullantes. Nuestro país estuvo muy cerca de una situación similar que fue resuelta siempre pensando en el salvajismo de las instituciones mexicanas que no habrían dudado en abrir fuego en contra de los que nos opusimos a la usurpación. En su momento Cárdenas pidió prudencia, luego AMLO llamó a la resistencia civil pacífica que sigue activa a pesar de todas las circunstancias. Como resultado de ambas acciones hoy la sociedad ya está lista para la defensa de su voto para 2012 pues no dejará que una vez más se le arrebate su poder de autodeterminación que ya dos veces fue violentado por los fanáticos de la institución.
Si los mexicanos tuvieran la determinación hondureña hoy estaríamos hablando de progresos y no de estas barbaridades que sólo la derecha es capaz de cometer.
Comentarios: morfosdp@gmail.com
Facebook: http://facebook.com/Morf0
No hay comentarios:
Publicar un comentario