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AL PUEBLO DE SONORA, AL PUEBLO DE MÉXICO.
La masonería no es una secta, ni una iglesia, ni una religión; es una Orden milenaria orientada a generar un creciente estado de conciencia en las personas y en la sociedad, exaltando el fortalecimiento de las virtudes humanas y buscando siempre el bien de la humanidad; todo ello bajo los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Históricamente, los masones hemos estado, siempre, estrechamente ligados a las más profundas luchas sociales por la redención del género humano, es decir, siempre hemos luchado por el pueblo y lo seguiremos haciendo; nuestro compromiso es y será siempre con los que menos tienen.
Ahora, somos testigos y actores de una época en la cual, en un México y un Sonora de inmensos recursos naturales, existe una población diezmada por la pobreza, por la ignorancia, por las enfermedades, por los vicios y por la violencia, todo ello producto de la mala dirección, el fracaso y corrupción de los gobiernos en turno, tanto ejecutivos como legislativos y judiciales.
Somos parte de una sociedad confundida por la falta de valores y principios que se diluyeron por las políticas equivocadas de los regímenes neoliberales que diezmaron el alma de la nación, su fe, su confianza, y su esperanza; somos parte de una sociedad desesperanzada, llena de desconfianza, indiferencia y resentimiento ante una élite política arrogante y egocéntrica que se ha apoderado de los privilegios, olvidándose de su origen y razón de ser… el pueblo.
El vacío de poder manifiesto en los diferentes órganos de gobierno, la corrupción que se ha legitimado en nuestro ser y que hacer como estado y nación al margen de la constitución, así como la evidente falta de voluntad de los diferentes órganos de gobierno por resolverla, son producto de estas cuestionables circunstancias.
Ante esta lamentable situación, como en su tiempo lo hicimos ante la nación, queremos advertir ahora a la comunidad sonorense, sobre los grandes riesgos que estamos corriendo ante las circunstancias que prevalecen actualmente en el proceso electoral.
Horizontes de violencia se vislumbran ante las manifestaciones de una abierta confrontación de los gobiernos estatal y federal en un proceso que, por respeto a la voluntad popular y en observancia a la constitución, debería de ser pulcra y estrictamente reservado a la sociedad y sus instituciones.
Por ello, como garantes de una tradición que reserva su expresión de respeto y consideración únicamente a las autoridades legítimamente constituidas y considerando que corresponde sólo a los órganos y autoridades electorales generar las bases de solidez y confianza en estos resultados.
Exigimos a las autoridades ejecutivas, tanto estatal como federal que, en observancia de la ley, concedan la total autonomía a los órganos electorales para que construyan su determinación.
Exigimos a los órganos electorales asuman plenamente su autoridad, para que, en base a la observancia estricta de la ley, den sustento a la paz y la armonía social que demanda nuestra sociedad.
Exigimos a los partidos políticos que terminen su función proselitista y dejen el espacio a las instituciones correspondientes para que tomen las mejores determinaciones en bien de nuestro estado y nación.
Convocamos a los medios de comunicación a realizar una jornada de orientación social hacia la observancia de la legalidad, la paz, el orden y el respeto a nuestra constitución y la armonía social, nuestra comunidad lo necesita ahora, nuestra Patria lo agradecerá siempre.
Convocamos a nuestra sociedad para que asumamos, con madurez y responsabilidad, el dictamen que honesta y legalmente tome el pueblo a través de sus instituciones. Para que nos organicemos en observatorios ciudadanos permanentes con cuyas acciones, también permanentes, no permitamos más la arbitrariedad con la que han venido actuando, hasta la fecha, los diferentes órganos y niveles de gobierno que han dado origen a los grandes problemas que ahora nos aquejan.
La masonería y los masones, como fue antes y será ahora, asumimos, al lado de la sociedad que más nos necesita: los niños, las mujeres, los adultos, los campesinos, los pescadores, los obreros, los maestros, los empresarios y toda persona que lo necesite, el compromiso de luchar para preservar los valores y principios que nuestros ancestros nos legaron, como heredad que hemos de cuidar y acrecentar para la posteridad.
Libertad, igualdad y fraternidad.
V.: M.: Octavio Sandoval Martínez - Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de Antiguos Libres Y Aceptados Masones del Pacífico.
V.: M.: Gonzalo García Velazco. Delegado Provincial del Supremo Consejo del Grado 33 en Sonora
V.: M.: Alberto Barreda Robinson - Ex Gran Maestro de la Gran Logia del Pacífico.
V.: M.: Joaquín Enríquez Flores - Ex Gran Maestro de la Gran Logia del Pacífico.
V.:M.: Enrique Mak Cruz - Ex Gran Maestro de la Gran Logia del Pacífico.
Todas las logias jurisdiccionadas a la Gran Logia del Pacífico.
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