Hermosillo, 7 de julio.- Sonora y su capital se pintaron de azul. Los electores eligieron por un margen reducido a Guillermo Padrés Elías como su próximo gobernador. Pero no nos equivoquemos: Padrés no conquistó al electorado con sus propuestas, fue sólo el receptor del voto de castigo contra el gobierno saliente de Eduardo Bours Castelo.
Lo más terrible de la elección del 5 de julio es que fue una elección simulada: Elegir entre un Elías azul y un Elías rojo. Finalmente todo quedó entre familia.
Al platicar con muchos votantes sin partido me percaté que quienes votaron por Alfonso Elías no lo hicieron por su plataforma, sino contra Padrés. Algunos vieron en Elías Serrano a un gobernador débil y más proclive a la presión social. En cambio, quienes votaron por Padrés sólo lo hicieron para castigar al gobernador del estado, sin tomar en cuenta su duro talante. El voto de protesta terminó siendo un voto irracional; un sufragio de enojo que pasó por alto la enorme responsabilidad del IMSS en el incendio de ABC y los nexos de parentesco entre la esposa de Felipe Calderón y Marcia Gómez del Campo, principal accionista de ABC. Se castigaron las corruptelas del gobierno de Bours pero se premió el redituable negocio de hacinar niños en bodegas inseguras.
La estrategia del tricolor fue contraproducente. De nada sirvió llenar los diarios locales con costosos y nada espontáneos desplegados de apoyo al gobernador. Elías Serrano perdió popularidad al refugiarse cobardamente en su ventaja marginal y fue perjudicado indirectamente por el pésimo manejo del caso por el gobierno boursista.
El gobierno federal fue efectivo para ensuciar al ejecutivo estatal y desviar la atención del PAN. Por eso la PGR atrajó la investigación de las autoridades locales y jugó con el ánimo de la población al anunciar las órdenes de aprensión contra los dueños de la guardería y otros funcionarios. Los panistas cuidaron su imagen al retrasar la comparecencia del director del IMSS, Daniel Karam, ante la Cámara de Diputados hasta el 8 de julio. Karam, por su parte, se ha negado reiteradamente a entregar la lista de los dueños de las guarderías subrogadas en todo el país. Así se generó un voto de castigo que en otras circunstancias hubiera beneficiado Elías Serrano, a otros candidatos o se hubiera incorporado al voto nulo. En ese contexto la campaña anulista no tuvo eco como en otras regiones de México, ya que fueron anulados el 3% de los sufragios contra el 6% nacional.
El director de Sonora Ciudadana, Guillermo Noriega, afirma que “sería un error garrafal y muy soberbio ignorar o negar que ese resultado [la victoria de Padrés] está directamente ligado con la tragedia en la guardería ABC”
Guillermo Padrés está cayendo en ese error. En entrevista con Dossier Político (07.07.2009) el presunto gobernador electo no atribuyó su victoria al voto de castigo, sino a un misterioso “voto oculto” que terminó por inclinar la balanza a su favor.
A la pregunta sobre qué tanto había influido la tragedia de ABC en su triunfo, respondió:
“No hay ninguna medición que nos diga que sí [influyó]. Todo indica que el crecimiento y la tendencia que llevábamos al inicio de nuestra campaña rindió frutos. Nos fuimos ganando la confianza de la gente. (…) A eso le atribuyo la victoria”.
El reportero insiste en que hay evidencias del voto de castigo, pero Padrés asegura no tenerlas.
“¿No cree entonces que influyó el siniestro en su triunfo?, increpa el entrevistador.
“Pues es algo que yo no valoro. La verdad es que no es algo que yo esté analizando... no traigo ese tema”, confesó Padrés.
El candidato se equivoca, miente o no está usando su cerebro. Todas las encuestas previas a la elección colocaban a su rival Elías Serrano con tres o cuatro puntos de ventaja sobre su candidatura. Si algo se sabía con certeza es que el resultado sería muy cerrado. Jamás se manejó un escenario donde el panista venciera holgadamente a su rival con una diferencia de cuatro puntos.
La negativa de Padrés a reconocer el voto de castigo deja al descubierto algunas facetas negativas de su personalidad:
1. Que sabiendo que el voto de castigo fue benéfico para el éxito de su campaña, prefirió ignorar el apoyo de los votantes independientes, del que depende la estabilidad y legitimidad de su futuro gobierno.
2. Que no reconoce la responsabilidad de su partido en la tragedia y cómo se manipuló el caso a su favor.
3. Que al afirmar que sólo a su campaña se debió su triunfo, hace una lectura equivocada y riesgosa sobre su llegada al poder. Se niega a ser autocrítico sobre el descalabro sufrido por el panismo a nivel nacional en las elecciones del domingo pasado.
Justicia, en boca del candidato Padrés suena más a venganza política que a un genuino interés por esclarecer los hechos y castigar a los responsables.
Nos esperan seis años oscuros con este nuevo gobernador. Aunque un gobierno de Elías Serrano hubiera sido igual de perjudicial para los sonorenses, hay diferencias abismales entre el conservadurismo pragmático de éste y el conservadurismo ortodoxo de Padrés. Si Bours censuró un libro de secundaria donde se tocaban temas de educación sexual, si apoyó la reforma constitucional para evitar la legalización del aborto, si reprimió y silenció a sus opositores con prácticas prepotentes, no hay motivos para suponer que las cosas serán mejores con Guillermo Padrés.
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