Dia de publicación: 2009-06-21
Vecinos de Santa Ana, Nogales, Sahuaripa, La Colorada, Moctezuma, Caborca, La Costa, Kino Viejo, San Pedro, Pesqueira, Ures, Guaymas y Empalme, participaron el la marcha organizada por las familias de los niños de la Guardería ABC.
En la travesía del bulevar Vildósola y Periférico Sur hasta la Casa de la Cultura y área de Palacio de Gobierno, familias enteras nutrían el fuerte contingente que partió de la “zona cero” a las 18:20.
Pese a las carencias económicas de algunos, hubo incluso quienes llegaron a Hermosillo en “raite” sin importar cómo regresarían a sus comunidades, todo para estar con los deudos de los 46 niños que perdieron la vida en el incendio del 5 de junio.
La familia Martínez Ruiz, de Santa Ana, Sonora, representada por la señora Olga Ruiz, expuso que vino a la capital para participar en la manifestación y este domingo también visitará el Panteón Municipal para estar con familiares que ya descansan en paz.
Durante el trayecto de la Guardería a la Plaza Zaragoza, se fueron uniendo al contingente decenas de personas que se bajaban de camiones, camionetas y pick up para corear las canciones infantiles preferidas de los niños que ya están con Dios.
La joven Martha Lugo Quiñónez, de 22 años, originaria de Caborca, confió al reportero que se había “fugado” de su casa en compañía de amigas que estudian en la Universidad de Sonora y apenas averiguaría cómo conseguir dinero para el pasaje de regreso la misma noche de este sábado.
Frente a la Iglesia San José, la familia Othón, de Nogales, no puede contener el llanto al escuchar las réplicas de las campanadas del templo donde por un instante detiene la marcha rumbo a Catedral.
Reinicia el andar que tiene como destino la Plaza Zaragoza y la pareja conformada por Letty Salazar y Marco Santoyo, vecinos de Empalme, se persigna y suma a la marcha porque están convencidos que la unión hace a fuerza.
A una hora de caminar desde la Guardería se llega a la Casa de la Cultura, donde el señor Dagoberto y su hija Cristina, lanzan consignas contra el Seguro Social y se integran al nutrido grupo de quienes exigen justicia para sus hijos.
Al frente de las miles de personas solidarias a las demandas de los deudos del 5 de junio, van las madres de al menos 40 angelitos que ya están en el Cielo; atrás, también se une la señora Bertha Alcaraz, vecina de Sahuaripa y quien junto a sus hijos Marcela, Francisco y Jesús rezan el Padre Nuestro sosteniendo cada quien un Rosario.
Al pasar por la Procuraduría General de Justicia del Estado, los jóvenes Martín, Alberto, Isaías, Macario, Azucena, Valeria, Gabriela y Esthela, de San Pedro El Saucito, no dejan de lanzar palabras altisonantes hacia el edificio de procuración de justicia.
Gisela, Esteban y Martina Gutiérrez, de Estación Pesqueira, reciben una calca donde un bebé parece decir: “Sonorenses unidos exigimos justicia por los Angelitos ABC” y expresan su repudio a las autoridades por no hacer bien su trabajo en las investigaciones.
El contingente avanza pequeños grupos se desplazan rápidamente hacia el área del Palacio de Gobierno, donde el señor Mariano y su esposa María Teresa Tarazón, de La Costa de Hermosillo y originarios de Zacapu, Michoacán, encienden sus velas.
En el reloj, se asoman los primeros minutos de las 20:00 horas y Víctor Velazquez, de la colonia El Sahuaro, junto a cuatro de sus compañeros de la Planta Ford, gritan ¡Justicia! en repetidas ocasiones al llegar a la Plaza Zaragoza.
Catalina Soto, miembro del Comité Ciudadano de Apoyo a Víctimas de la Guardería ABC, conmina a varios manifestantes a conservar la calma previo a la lectura de un documento dirigido ala autoridad estatal.
Dos horas de andar no parece molestar al señor Martiniano Domínguez y sus hijos Mónica y Guadalupe, quienes se comparten una botella de agua y caminan frente a Catedral con dirección al Kiosco central de la Plaza Zaragoza.
Padres de los niños que ahora acompañan a Dios, muestran su postura y exigen el esclarecimiento de los hechos y que se haga justicia a las víctimas del incendio en la Guardería ABC el pasado 5 de junio.
Los ánimos no se detienen y comienzan los gritos y expresiones de inconformidad mientras Julio César Ruiz y Rosita Ortega, vecinos de El Ranchito, cargan a su hijo Julián para retirarse del lugar porque el servicio de transporte urbano en Hermosillo pronto dejará de funcionar.
El reportero hace lo propio a las 20:23 horas.
La tercera marcha por los Angelitos ABC sería bendecida por la grey católica y la participación de pastores de una congregación ministerial distinta.
Esta vez, los niños de la guardería lograron reunir a cientos de sonorenses de varias ciudades del Estado y su memoria concilió las marcadas diferencias entre el catolicismo y los grupos protestantes.
Entre miles de almas y al final de la jornada, podemos decir con claridad:
“Une la marcha a Sonora”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario