domingo, 24 de mayo de 2009

Sonora, ¿azul..?

Enrique Aranda (Excelsior)

Ese estado parece ser —con los predecibles, desde hoy, en Querétaro y San Luis Potosí— uno de los únicos triunfos del panismo.

Al margen de la disputa por la gubernatura de Nuevo León, donde el designado “natista-calderonista” Fernando Elizondo Belaunzarán no parece tenerlas todas consigo, aun cuando el administrador del partido oficial, el rijoso Germán Martínez, se muestra apostado por su causa, el gobierno de Sonora parece ser —con los predecibles, desde hoy, en Querétaro y San Luis Potosí— uno de los únicos triunfos a que, en ese orden, puede aspirar el panismo. Ello independientemente de que el abanderado del blanquiazul, el ex senador Guillermo Padrés, haya prácticamente “arrebatado” la candidatura a la favorita de Germán, y supuestamente de Los Pinos, la ex alcaldesa Dolores del Río —quien debió conformarse con una curul plurinominal—, lo que, a decir de sus operadores más cercanos, le valió ver cancelada toda opción de apoyo efectivo en el proceso por parte del “comando azul” que —bromean con humor ciertamente muy negro— ni siquiera a la gente del ¿operador? Jorge Manzanera les ha enviado…

Padrés hoy, conforme con las últimas encuestas levantadas en la entidad que gobierna el “elbista tricolor” Eduardo Bours Castelo, en las propias inclusive, es colocado entre 10 y 12 puntos porcentuales abajo del priista Alfonso Elías Serrano, quien asumió la candidatura del oficialismo tras una disputa donde el gobernador impuso su voluntad sobre la amplios sectores del partido, lo que derivó en fracturas y heridas que, se dice, aún hoy no han sido plenamente restañadas.

¿A qué entonces —se preguntará usted— le apuestan Padrés y los suyos, si conforme con los sondeos de la primera semana de mayo, 60 días antes de la votación, tiene tal desventaja? La respuesta parece estar en dos hechos irrefutables:

- Uno, que ya en la pasada contienda electoral de 2006, cuando ambos aspiraban a la senaduría, el panista ganó a Elías Serrano, su primo segundo, por cierto, por más de 90 mil sufragios, cuando unas semanas antes las encuestas favorecían a este último y, más importante todavía:

- A que si bien hoy la diferencia entre el priista y el blanquiazul es de algo más de 10 puntos porcentuales, a favor del primero, de acuerdo con los sondeos levantados en marzo último la misma era de 33 puntos porcentuales —57% contra 24% de las preferencias— y que, ya para mediados de abril, la misma se había reducido a 24 puntos, como resultado de las propias campañas y, particularmente, de la falta de un apoyo comprometido del priismo a quien hoy les representa.

¿Será por ello, se inquiere en el interior del propio panismo, que Padrés y los suyos han decidido buscar —¿reclamar?— un apoyo más decidido de su dirigencia? Ya le comentaremos…

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