sábado, 21 de febrero de 2009

Gertz Manero

Por Noé Becerra (Dossier Político: http://www.dossierpolitico.com/)

Promete ser una excelente obra, el libro que Don Alejandro Gertz Manero ha escrito denominada: “Democracia real, y el poder ciudadano”. En él su autor cuestiona la manera de vida institucional que en verdad, es tan realista como la propia crisis que padecemos no de hoy, no desde Calderón, sino desde 1994, para no citar que desde Luís Echeverría.

No le falta razón al establecer una premisa que es irrefutable. Mientras el gobierno no se ponga las pilas frente al ciudadano, las cosas marcharán peor cada día y se puede revertir. Y cuestiona: porqué si el propio Gobierno se dedica a imponer, a imponer y a imponer obligaciones y compromisos a los mexicanos, ¿porqué éstos últimos no lo hacen alrevés?, es decir, ¿porqué no le impone obligaciones y compromisos al Gobierno?.

Al escuchar a Don Alejandro, me vienen a la mente infinidad de opiniones y comentarios que me hacía mi inolvidable padre. Un día hijo, estos de gobierno cobrarán hasta por respirar. Y no vayamos muy lejos, qué es el alcoholímetro, sino una burda multa para ingresar dinero al erario o hacienda pública. Y no des por muerto el día en que nos cobren también por hacer nuestras necesidades y por el aire que venderán en bolsitas, así terminaba mi padre. Y no le faltaba razón a Don Jesús. Si usted va a un baño público en una estación de autobuses, de ferrocarril, aérea, en una gasolinera de las carreteras, etcétera, debe primero pagar para entrar a ese peregrinar urgente que implica la necesidad fisiológica.

Nada puede exigírsele al Gobierno frente a la contraprestación que pudiera ser el pago de las contribuciones. Las multas, los impuestos, los recargos, las actualizaciones, las cuotas, “las aportaciones voluntarias”, los productos, derechos y aprovechamientos, las cuotas obrero patronales del IMSS, y así tanta y tanta carga que va a parar a la espalda cada vez más débil de los mexicanos, no tienen reciprocidad en este México tan jodido como el nuestro.

Mucha contribución. Nula respuesta del Gobierno. El Gobierno nos exige, pero no se obliga él mismo a nada. Nos reprime, que “para eso es autoridad” dice el ingrato. Si no pagamos las contribuciones, nos embarga. Si no pagamos alguna contribución que como carga nos impuso, simple y sencillamente no nos corre el trámite que estamos realizando. Por ejemplo, deje de pagar usted la aportación para la UNISON o para los bomberos, a ver si le extienden el recibo de pago de las placas y la tenencia.

Gertz convoca a una gran conciencia nacional. Lo malo es que la conciencia nacional no existe, mas que en casos de desastre, proyectada como solidaridad humana. Lo que falta es producto Bachoco para que el ciudadano exija como debe ser. Lo han minimizado, ridiculizado, aislado, le han caído auditorías fiscales y hasta cárcel debe pagar, para que no se ponga al brinco. ¿Así cómo pues, respetable Maestro Gertz Manero?

A menos que en esa gran cruzada se encuentren gentes como Gertz, gente valiente, valerosa, preparada, con cojones, y sobre todo, gente que cuente dentro de una sociedad. De otra manera, toda acción es infructuosa. Ya ve usted amable lector, cuando se puso al brinco el señor Martí, el señor Nelson Vargas, de inmediato encontraron a los responsables.

Y así sucede a lo largo y ancho del país. Lástima de México y sus habitantes. Estamos jodidos. No sólo en lo económico, que eso ya es una reconocida enfermedad crónica. Por eso Felipe Calderón ni sufre ni se acongoja, puesto que la crisis está incrustada en el organismo nacional de México, desde hace mucho tiempo, qué carambas nos vamos a preocupar por una crisis más, si de todas aún no salimos. Así que no nos hagamos como el tío Lolo.

Cuánta tristeza de ver que los mexicanos nos hemos desentendido de la problemática que nos aqueja. Si se habla de raterías del Gobierno, ya no nos calienta. Si se habla de corrupción y carretadas de dinero que se han llevado los funcionarios públicos de administraciones pasadas, y de las actuales, tampoco nos conmovemos. Nos hemos acostumbrado. Si se habla de que administraciones futuras robarán todo lo que encuentren, eso ya lo damos por un hecho. No hacemos absolutamente nada, salvo lamer las heridas que tiene el país, con una población clase media que hoy es clase baja, y una baja que es clase miseria, y así hasta nunca acabar.

Los gobernantes y mucho menos los precandidatos y candidatos a cargos de elección popular no ofrecen absolutamente nada. No hay ideario político. No hay plan de solución a los problemas más urgentes. No hay plan de gobierno. No hay inteligencia. No hay disposición. No hay voluntad de cambiar para mejorar la vida de los mexicanos, y particularmente de los sonorenses.

Ellos creen, los que se van, que ya cumplieron. Ajá. Y los alborotados en campaña no traen nada en la bola. Ninguno. De veras amable lector. No hay nada para nadie. Sólo para ellos. Sueñan con llegar al poder para robar. El bienestar de su familia, de sus amigos, y de sus más cercanos colaboradores que así se convierten en silenciosos cómplices, es lo que aquí importa. En pocas palabras, salir de jodidos. No, no se alegre. No usted, no yo saldremos de jodidos. Ellos. Los ladrones y corruptos que tarde o temprano dilapidarán los dineros, que son de usted, de mí, y de los demás que no trabajamos para gobierno. Sólo los mantenemos cual granja porcícola.

Dígame si no es cierto, amable lector. ¿Acaso ofrecen algo los precandidatos que andan en campaña?. Y vea nomás usted cuánto dinero están derrochando y lo peor, es que es del pueblo. Sí, señor, de usted, mío, y de los demás sonorenses. ¿Ha sabido usted por ejemplo, cuánto aportan de su bolsa estos señores?. Nada señor, nada. Vividores de la política, eso es lo que son: Si no ganan, o declinan a favor de alguien, ya sabemos que después lo veremos en el gabinete del ganador en algún puesto.

La gente de Sonora, no sabe pedir, eso es evidente y comprobable. Sabe ordenar, eso sí. Pero de generales, o por mis hue hue, no funciona . Pero mucho menos sabe el sonorense exigir. Si yo pago el sueldo y todas las prestaciones y comodidades así como las raterías de un funcionario público o de un político, ¿qué me impide exigirle cuentas?.

¿Cómo se le va a tener confianza a un gobierno que crea dependencias para todo?. Crea una contraloría para vigilar el buen uso y destino de los recursos públicos, y como se tapan con la misma cobija, aquí no ha pasado nada. Se crea una Comisión de Derecho Humanos, empleada del Gobernador en turno y cual empleaducho burocrático no puede hacer que las recomendaciones que emite en contra de una dependencia por violaciones a la Ley, pueda elevarla a la categoría de exigencia legal y coacción para que se cumpla. Al contrario, está muy pendiente de no hacer enojar al papá de los dineros. El Ejecutivo Estatal.

Fíjese nada más. Un legislativo nos aprieta hasta ahorcarnos y asfixiarnos creando leyes absurdas, que sus integrantes no cumplen ni observan desde luego. Un judicial que aplica dichas leyes pero sólo en contra de la población. Y un ejecutivo, ejecutando lo que los dos anteriores le imponen, reprimiendo actos de la ciudadanía que no se ajusta al marco legal. Pero en ninguno de dichos poderes, existe un poder suficiente y valiente que primero ponga orden entre los suyos, para luego voltear hacia la población infractora.

Son más horrendos los crímenes cometidos desde la cúpula del poder, es decir desde el poder político ya mencionado, que los que se cometen por la sociedad. Sólo que en el poder político quedan impunes y en la sociedad algunos, no todos. En algunos ciudadanos se aplica el rigor de la ley, porque el infractor no tuvo dinero para corromper al funcionario. En los demás, se tiene dinero o poder político y eso, amable lector, es más que suficiente en nuestro país, y mucho más en los Estados donde gobiernan verdaderos Reyezuelos, preocupados por llenar las maletas de despedida.

O usted, ¿qué opina amable lector?.

El autor es abogado postulante por la UNAM, ha sido catedrático universitario en varios Estados y articulista en diversos periódicos del país. Teléfonos (662) 213.5524 oficina. (6621) 57.7114 celular elarcadenoe2005@hotmail.com

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