13 de Enero, 2009 - 23:16
2 de Septiembre de 2008. Felipe Calderón declara a Radio Fórmula: "Me preocupa en Estados Unidos la vuelta al proteccionismo; que se hable con una gran superficialidad de cancelar o modificar el TLC." Ese mismo día Germán Martínez publica en El Universal: "¿Obama o McCain? De preferencia el que no juegue con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte."
23 de Noviembre de 2008 (Reforma). Felipe Calderón declara en el foro de la APEC: "Una revisión del NAFTA (TLC por sus siglas en inglés), impulsada con el mero propósito de reducir el intercambio comercial, sería perjudicial para la economía de México y perjudicial también para la economía de Estados Unidos."
13 de Enero de 2009 (Reforma). Felipe Calderón declara desde Washington D.C.: "Como ayer lo señalé con el Presidente electo Obama, estamos dispuestos... a revisarlo (el TLC), como siempre (he) estado dispuesto, aspectos que preocupan, no sólo a los mexicanos sino a los americanos, como son los aspectos laborales y ambientales."
¿Notaron el cambio? De oponerse rotundamente a revisar el TLC, no le tomó a Calderón más que una reunión con Barack Obama para que se le bajara lo machito, se le farolearan los calzones y literalmente se echara para atrás para aceptar lo que Obama le prometió en campaña a su electorado: modificar el TLC para que se dejen de fugar los empleos de Estados Unidos a México y se establezcan reglas de protección ambiental.
Lo gracioso (y patético) es que toda la prensa lambiscona de México (el chayo debe haber fluido generoso) publicó el día de ayer en sus primeras planas la foto de Calderón con Obama resaltando una supuesta cita de Obama sobre un supuesto "valor" de Calderón.
Más bien lo que pasó fue que Calderón le apostó a que ganaría John McCain, el delfín de Bush. No se le hizo y ahora tiene que lamer las zuelas de Obama así sea tragándose sus propias palabras.
Eso le pasa por hocicón.
La pregunta ahora es: ¿Qué tanto va a cambiar Obama el TLC? Porque si cambia el TLC de tal manera que afecte los inteses de los verdaderos beneficiarios en México del TLC--que son unas cuantas grandes empresas que tienden a apoyar al PAN--entonces sí a Calderón se le armó.
PD: Inédito. A Barack Obama se le ocurrió ir a cenar a algunos de los más notorios "pundits" de la derecha americana en la prensa. O sea, a los que lo han estado jode y jode en los periódicos (algo así como si el Peje hubiera invitado a cenar a Perro Lambiz de Con, a Ricardo AlePAN, a La Lela Micha, a Carlos Mierdín y a Ciro Cómez Mierda). De acuerdo con el Huffington Post, esta cena definitivamente le causaría "furia" a los que votaron por Obama. ¿Por qué hizo esto Obama? Suponemos que por crear la imagen de que se lleva bien con todos aunque le caigan en la punta del rifle. Ahora se entiende por qué aceptó recibir a Calderón; para decirle con palabras bonitas que se chifla porque la revisión al TLC va que va. La pregunta es, luego de esta cena con los pundits, ¿Qué será lo que Obama de verdad piensa de Calderón? Habrá que ver. Y habrá que ver que cara ponen ahora los panistas que ya andan celebrando un "excelente clima de acercamiento" entre Obama y Calderón."
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