sábado, 24 de enero de 2009

AMLO, tal cual; la "comemierda" y Chucho

 Por Jane de la Selva
24 de Enero, 2009 - 08:22

AMLO, Presidente Legítimo de México, se mantiene y fortalece perseverante, al servicio de la comunidad más necesitada, a la que entrega su inamovible motivo político social. En su posición de líder del Movimiento de Resistencia Civil Pacífica que encabeza y preside en el país este es determinado por su gira ininterrumpida por poblados y ciudades marginados y regados por la vasta diversidad geográfica mexicana. Mañana domingo se dirigirá a nosotros, a ellos, a todos. Es una verdadera injusticia y un acto de represión, control y absoluta falta de civilidad al pueblo de México, que no se le promocione debidamente en los medios.

Mientras la administración de Calderón está ocupada en un enjambre de asuntos supuestamente importantes, AMLO hablará de la forma en la que les "obligaremos" a tomar medidas inmediatas para proteger los bolsillos quebrados de las mayorías, el pueblo de México, que constatará el apoyo incondicional que ha adquirido su movilización ciudadana, cuyo objeto es mantener viva esta lucha comprometida y necesaria para evitar que se continúen ignorando los intereses del grueso de la población en grave crisis económica laboral y sin ahorros.

En lo personal (ignoro si alguien más tendrá las mismas inquietudes), también desearía que nos hablara de cómo una unión ciudadana, un movimiento social, puede alcanzar sus metas. De qué manera los ciudadanos adheridos a nuestro movimiento en las giras del Presidente Legítimo pueden hacerse patentes, considerarse parte de la causa, aun cuando no puedan asistir a las convocatorias y movilizaciones. Qué hacer para lograr insertar los anuncios de nuestra existencia en el medio masivo, como injustamente lo hacen con las demás fuerzas políticas en el país. ¿O no nos consideran una fuerza política?  ¿Cómo podríamos demostrarles que sí lo somos? ¿Que un movimiento social con tal apoyo, es para considerarse?  En fin, cuestiones que uno necesita oír.

El Presidente Legítimo se ha pronunciado en su página de internet, categórico en su apoyo a los que se postulen para puestos electorales tanto del PRD, PT o Convergencia , que sean propuestos para la próxima elección popular, siendo estos los partidos políticos que conforman el FAP. Ha asegurado que incluye al PRD, porque una gran cantidad de sus miembros aún pertenecen al Frente Amplio Progresista.  No obstante, el FAP no contenderá.

La posición de AMLO es congruente. Porque implica, supongo, que la otra parte del PRD que ya no debe "apoyar " al FAP sino "respetarlo", representada en Jesús Ortega (respeto: palabra "espejeada" favorita de los políticos) que se han concentrado en hacerlo ver y escuchar en "tiempo aire" (él sí); la gente que mira las noticias lo oye vociferar, gritar, porque su liderazgo es tan débil que quizá piense que así hará mejor resonancia en el telescucha.

Hay que respetar, sí, pero las leyes de la decencia, la honradez y la libertad de ser así, no obstante los retos. Pobre señor Ortega, se vio embaucado y se le nota. Pero sin embargo hasta de una decadencia así, aprende uno, me explico:

Una periodista de Televisa bastante comemierda (término utilizado por el señor Arreola que mucho acierta a describirlos) pasó la escena en la que se le preguntaba al ahora presidente del PRD que si expulsarían a AMLO del partido, o él renunciaría,  y este contestó: "AMLO es el dirigente de un ‘movimiento social' muy ‘respetable',  nadie le tiene que decir qué hacer, él sabrá, y claro que aún es miembro del PRD". 

Ahí fue que por fin caí en cuenta de que Ortega tenía razón. AMLO está con quien decide estar. Puede estar en cualquier lado. Su amplitud de espíritu se lo permite. Pero siempre acompañado de su lucha por la restitución de los derechos del pueblo. Rechazando las políticas contrarias a esto.

Su "fuerza política" radica en que se ha reinventado como una "fuerza social"  que agrupa a trabajadores, a civiles, a militares, a mujeres y ancianos, a "partidarios" y a los disidentes de otros partidos que decepcionados de la "partidocracia", deciden unirse a la causa de AMLO, de defender a viva voz los intereses de México, luchando por motivos que realmente mejoren las condiciones de vida de su población pobre, esperando que sean ellos los remunerados (¿cuántos serán ya los que se han unido en las giras? También nos gustaría conocer el dato).

La asociación partidista, pues, en el FAP, parece ser, pasa a un segundo plano. La fuerza la irá adquiriendo.  El "respeto" no se negocia. Es la sincera intención interna la que cuenta y la continuidad de esa intención la que dará fruto. Nos vemos el domingo.

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