lunes, 22 de diciembre de 2008

La lección de Vicente Fox

Por: Luis Rubén Maldonado (La Red del Norte)
Chihuahua,Chih.- Es increíble que a dos años de haber dejado la presidencia cabizbajo, Vicente Fox Quesada siga dando sus espectáculos y dando gala de su tan célebre ignorancia. Desconociendo las reglas, como lo hizo durante su mandato presidencial, Fox no ha entendido que el que se va, se debe de quedar calladito y en su caso, aún más en silencio, porque entre mas habla más yerros comete. 

Pero a pesar de sus calificativos en contra del mandatario venezolano Hugo Chávez y el más reciente descubrimiento de que padece trastornos de personalidad, Vicente Fox dejó una gran lección en la política mexicana, misma que parece nadie aprendió bien.

Por increíble que parezca para muchos, si. Fox dejó una importante enseñanza y por increíble que parezca a otros, es la única. Vicente debería publicar el caso documentado y le iría mejor que con su reciente libro; la lección que Fox nos dejó a los mexicanos es “como hacer crecer a tu enemigo, queriéndolo destruir”. 

El famoso desafuero de Andrés Manuel López Obrador, que la PGR había iniciado en 2004 contra el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, fue una maniobra fallida del ex presidente para quitar del camino “al peligro” que representaba para los intereses panistas el famoso AMLO. Fue idea de él y, por el manejo dado al asunto, se nota que lo ejecutó él casi personalmente. 

La estrategia era simple: AMLO debe quedar destruido ante la opinión pública para que no compitiera en el 2006. La preocupación real, era este tabasqueño, al otro ya lo tenían medido y sabían que el arma a utilizar en su contra era “Doña Perpetua” alias Elba Esther Gordillo. 

Su plan falló por algo tan básico. Creyeron conocer al enemigo y no lo conocían nada bien ni de que era capaz. Andrés Manuel si conocía a su enemigo y su posición le permitía ser retador sin perder mucho, al contrario. Segundo, los argumentos en contra de AMLO eran tan débiles como para promover su desafuero, que eventualmente, entre más lo atacaban, la víscera era más evidente con cada día que pasaba. La opinión jugó en contra del primer presidente panista de México, (como casi todo su sexenio) y a favor del famoso Peje. 

López Obrador no hubiera sido un candidato fuerte sin el desafuero. Si este no hubiera existido, la candidatura de AMLO quizás no hubiera tenido la fuerza que tuvo. 

Pero, afortunadamente para él, hubo un impulso de parte de sus enemigos y ese fue fundamental para hacerlo crecer entre la opinión pública y para que sus “redes ciudadanas” tuvieran el éxito que tuvieron. Sus enemigos le regalaron horas y horas de tiempo aire en todos los noticieros, primeras planas en todos los diarios del país, miles de comentarios en radio así como millones de correos electrónicos donde AMLO era el tema, era el héroe, era el mártir. 

El resultado ya lo conocemos: estuvo a punto de ser presidente por migajas de puntos porcentuales. Fue la única manera de que Fox pudo pararlo: metiéndose de lleno al proceso electoral para favorecer a su candidato. Lo hacía por orgullo personal ya que Fox había perdido la batalla que comenzó en contra de AMLO y ésta la última y única vez que podría ganarle, tenía el qué, el cómo y el cuándo. Y lo hizo. De la peor manera que pudo, pero lo hizo. Mismo que a nuestra memoria hizo recordar a un Fox que 1988 acusaba de fraude a Bartlett y a De la Madrid y, casi dos décadas después, hizo lo mismo. 

En resumen, la lección de Fox: 

1. Ataca a tu enemigo con argumentos débiles.

2. Conoce mal a tu enemigo. 3. Regálale por meses cobertura mediática.

4. Actúa de manera burda cuando puedas liquidarlo. 

Espero los políticos en Chihuahua, aprendan de esta lección de Fox, pues parece que al interior del PRI están empecinados en perseguir a su misma gente y se les olvida que el adversario está en otro lado. 

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