Ahora que el alcalde de Hermosillo, Ernesto Gándara, se ha destapado como aspirante a convertirse en el próximo gobernador de Sonora abanderado por el PRI, resulta oportuno recordar su campaña para presidente municipal, aquellas pomposas promesas que hizo para ganar votos, ya que seguramente Gándara no tendrá el menor pudor de volver a lanzar al aire atractivas promesas a los sonorenses, en el afán de tener votos. Lo que los sonorenses deberán de tener presentes desde ya, es que Ernesto Gándara dejó en el olvido sus mejores promesas de campaña. Eso es un antecedente para suponer en que acabarán las promesas que haga como candidato a gobernador. Esto, claro, suponiendo que supere la etapa de pre candidato, ya que su destape puede tratarse solo de sguirle el juego al problemático gobernador Eduardo Bours, ya que no es usual que un incondicional como Gándara con Bours de pronto se le confronte, lo que puede ser señal de que realmente hay un acuerdo pactado de aparentar enfrentamiento; los sonorenses deben de ser cuidadosos con esta posibilidad.
Continuando con Ernesto Gándara, en una muestra de cinismo, y olvidando que el mismo inclumplió sus promesas de campaña (¿recuerdan aquel transporte público eléctrico que prometió?; a cambio, el gobierno del Estado, no él, trajo el controvertido SUBA), se atrevió a criticar a la ex alcalde María Dolores del Río, como si él hubiara hecho ahora un buen trabajo. Además de las promesas no cumplidas de campaña, Gándara de lo que más presume es del carpeteo al pavimento, lo cual no es una solución a largo plazo: con las lluvias ese carpeteo se ha levantado en varios puntos de la ciudad, dejando tremendos baches. Este recurso del recarpeteo facilita a los funcionarios municipales hacer "negocios". Así que no tiene ningún mérito ese carpeteo y re carpeteo del gobierno de Gándara; más bien, en sus viajes a Arizona debería de aprovechar para notar la diferencia de pavimento, el pavimento que se puede hacer si se tiene un gobierno eficiente y que no solo quiera mejorar su economía personal y de sus familiares, amigos y otros achichincles.
Otra declaración ridícula de Gándara es de que "pese a su status social, se considera un hombre de la raza". Declaraciones de este tipo pretenden pescar simpatías haciendo olvidar que una vez más, los aspirantes al gobierno son miembros de pudientes familias sonorenses que buscan el poder político para consolidar el control económico del Estado (como la familia Bours, por ejemplo). Existen excelntes ciudadanos sin intereses comprometidos que pudieran ser excelentes gobernantes. ¿Por qué los partidos políticos mexicanos siguen en las mismas?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario