DOSSIER POLITICO DIGITAL
La madrugada del miércoles 17, a pocas horas del último «grito» del sexenio boursista, y el bullicio que se vivió en Palacio de Gobierno la noche nacional, todo estaba en calma en inmueble gubernamental... aparentemente. Y es que casi para amanecer un comando de hombres entrenados en misiones de alto riesgo se desprendía del techo para vulnerar flagrantemente la soberanía del Estado al asaltar... ¡ la oficina del gobernador!.
Así, como usted lo lee. Sí señor
Hoy, luego de transcurrir seis días de ese osado acto, y hasta dónde se sabe, la identidad y número de los delincuentes de alta escuela, permanece sin conocerse. Y lo que se llevaron de la oficina del, supuestamente, hombre mejor protegido de Sonora, también. Bueno, sólo pocas personas lo saben, desde luego incluyendo al mandatario estatal, que en estos momentos podemos imaginar cómo se encuentra su estado de ánimo.
Que sepamos esta acción no tiene precedente en la historia política de Sonora y quizá del país.
Según la información hecha llegar a este medio, los integrantes de ese comando se habrían introducido por el techo del vetusto inmueble, desprendiendo el falso plafón para luego bajar con una soga a la oficina del gobernador. Al día siguiente el improvisado "elevador" por donde se deslizaron los visitantes para cometer su fechoría fue encontrado colgando del techo.
Ese hecho, realizado al más puro estilo de los filmes de acción holiwoodense, debe ser de suma preocupación para todos los sonorenses. Si el espacio del propio gobernador de Sonora es invadido por ladrones y nadie de seguridad o intendencia se da cuenta, que a los numerosos vigilantes que pululan dentro y fuera del Palacio de Gobierno les haya pasado de madrugada el asalto, significa que cualquiera puede estar a merced de la delincuencia. Ni más ni menos.
Obviamente esos hombres bucaban información. El lugar no es el más adecuado para robar dinero. Sabían a lo que iban. ¿Lo obtuvieron?... quién sabe, lo más seguro es que si. Y sin disparar un solo tiro, sin derramar una sola gota de sangre, sin llamar la atención. Esculcaron, movieron aqui y allá; todo en calma y con el tiempo suficiente para ejecutar el golpe. Luego se fueron como llegaron. Punto
Mucha de la información aún no fluye, pero se sabe que uno a uno todos los hombres que forman parte de la seguridad de Palacio de Gobierno han rendido declaración, al parecer con resultados infructuosos. Falló Lázaro González, el jefe de ayudantes del gobernador a estas alturas pudiera estar enfrentando la ira del mandatario. La seguridad del gobernante nunca debe ser vulnerada; menos de esa forma que manda un mensaje muy preocupante.
Con los pocos datos obtenidos se puede deducir que los ladrones de información política se habrían introducido desde el techo por la oficina de Ana Laura Correa Villanueva, coordinadora general y administrativa de la oficina del Ejecutivo. En ese lugar se encontró por la mañana del miércoles 17, la soga colgando del techo, polvo desprendido de la azotea y pedazos de plafón.
De allí los delincuentes pasaron a la oficina del gobernador Bours, donde habrían tenido todo el tiempo requerido para localizar lo que buscaban y llevárselo. Qué fue… vaya usté a saber, le reitero, pero de una cosa sí puede estar seguro, buscaban – y quizá encontraron-- algo como para que el alto riego de la osadía tuviera su justificación… y buena recompensa, desde luego.
Ciertamente resulta muy extraño que ningún elemento de seguridad haya estado en esas oficinas, donde se supone siempre debe permanecer una persona atenta al teléfono rojo, conectado a la red presidencial, a la casa del Gobernador y para uso de un pequeño número de colaboradores. Y sobre todo en horas de la madrugada.
Al parecer tampoco se cuenta con un video del atraco, porque también, extrañamente, en esas oficinas del corazón político de Sonora no funcionaron las cámaras de circuito cerrado. Hoy ya se reinstalaron esas cámaras.
El 17 de septiembre el gobernador Bours se encontraba en la capital del país para el acto de la firma de convenio con la federación para el mejoramiento de la carretera de cuatro carriles. Un día después, el 18, ya se encontraba en Hermosillo para presidir una serie de actos, entre ellos la de ser anfitrión de funcionarios del Gobierno de Sinaloa que visitaban las instalaciones del C-4, el complejo que alberga equipo y personal encargado de la seguridad del Estado de Sonora.
Este hecho inédito en el estado se registra cuando las pasiones de la sucesión gubernamental se están desatando, con fuerzas locales y foráneas midiendo al contrario, en escarceos que a unos preocupa y a otros hace replantear estrategias para la verdadera lucha, la de la elección interna.
Y a la vuelta de la esquina está la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, cuyo presidente es Eduardo Bours, quien será el anfitrión en la colonial Alamos... pero también se registra en los preparativos del quinto informe de gobierno del cajemense, una fecha especial porque al decir muchas gracias en ese discurso, inmediatamente iniciará en forma el proceso de la sucesión en el PRI.
Debemos recordar que la CONAGO mantiene sus objetivos de ser un espacio institucional permanente de vinculación. Además sirve para consulta, deliberación, diálogo y concertación para lograr tanto mayor equilibrio como la redistribución de las potestades que corresponden a los órdenes del gobierno federal y estatal.
Desde este espacio de poder Bours intenta consolidar un liderazgo nacional que le permita disputar con correligionarios poderosos el derecho de participar en la integración de plataformas para la construcción de precandidaturas presidenciales.
Así están las cosas en Sonora... calientes, tensas, preocupantes. Cuidado, pues, que el horno no está para bollos.
Los factores de poder en el PRI
La sucesión gubernamental tiene a todos los políticos trabajando horas extras en sus respectivas trincheras. En la principal trinchera prepara su armamento Eduardo Bours, quien influye, bastante, en su propio proceso de sucesión. Pero él es uno de los factores de poder. Hay muchos más que deben estar presionando para meter al juego a sus favoritos.
Lo intereses regionales son los mandones actualmente en el Partido Revolucionario Institucional, como institución nacional. Y todos esos intereses deben ser conciliados por el gobernador Bours, para presentar candidatos fuertes, empezando por el aspirante a sucederlo en el cargo. Los principales factores de poder descansan en los poderes político y económico, esos que nutren de recursos a las campañas políticas.
Narcopolítica
En abril pasado la revista Proceso arremetió contra Eduardo Bours, al publicar que su administración estaba ligada al narcotráfico, como poco antes lo había hecho el semanario bajacaliforniano Zeta.
Lo de Zeta fue conocido y leído, claro está, por un reducido sector de la sociedad sonorense.
Pero lo de Proceso sí dolió.
Por ello, en su acostumbrada sesión de prensa de los lunes Bours dejó en claro su postura ante lo que consideró una ofensa familiar y ataque político de sus adversarios, ya que dejó entrever que buscan frenarlo en sus aspiraciones de competir por la candidatura presidencial en 2012.
Consideró que la información manejada por Proceso era “reacción de personas del crimen organizado, a quienes se les ha tocado sus intereses en Sonora, ligado a algunos que están preocupados más de lo que se pensaba por el 2012”.
“Nos queda claro que en el estado hemos tocado intereses importantes del crimen organizado y de autoridades involucradas en el crimen organizado y es la reacción que tenemos de algunos de ellos… Somos el estado que con mucho más se ha enfrentado el tema del crimen organizado y vemos muy claro la reacción en contra que se viene con esta serie de infundios… obviamente esto está ligado con algunos que están más preocupados de lo que yo creía por el 2012”, indicó.
Se refirió a políticos corruptos, de viejo cuño, que están impuestos a amedrentar a aquellos que participan en la política convencidos de cambios que se tienen que hacer.
“Creen que de esta manera, sabiendo que son puras cosas falsas, es la manera en que la gente se va a echar para atrás; yo por supuesto que no me voy a echar para atrás, creo que esta gente ya no debiera estar en las posiciones que está y que no debería estar en la política mexicana”, puntualizó.
La historia
Eduardo Bours no es el primero ni será el último gobernador de Sonora acusado-- periodísticamente hablando, habría qué precisar-- de estar coludido con el crimen organizado, específicamente con el narcotráfico.
Publicaciones de prestigio, internacionales y nacionales, han difundido este tipo de reportajes que siempre el gobernante en turno ayuda a incrementar sus ventas y ampliar los tiros de precisión en cuanto a su contenido, al declarar que entablará una lucha legal contra esas empresas periodísticas.
Desde Samuel Ocaña García venimos siendo testigos de este tipo de enredos político-periodísticos y no recordamos que autoridad judicial alguna haya procedido en consecuencia. Incluso alguna vez mezclaron, en una información de esta naturaleza, los nombres de los gobernadores de Sonora y Sinaloa, Samuel Ocaña y Antonio Toledo Corro. Entonces eran los tiempos gloriosos de Rafael Caro Quintero.
Ni la administración de Rodolfo Félix Valdés se salvó de ese tipo de famitas.
Y de Manlio Fabio Beltrones, ni se diga. Famosos fueron sus litigios judiciales y periodísticos con un influyente diario estadounidense, caso del que fue exonerado no sin antes aguantar un desgastante juicio. En 2007, ya como senador, Vicente Fox acusó a Beltrones de tener nexos con el narcotráfico. El litigio, como siempre, en la prensa.
¿Pero qué publicó Proceso en esa edición, que tanto molestó al gobernador de Sonora? Aquí reproducimos una pequeña parte, para entender la situación. Aclaramos: Esta breve reproducción es con estricto sentido periodístico, dado el interés que mostró el mandatario para que se investigara esa denuncia pública.
El sospechoso gobernador multimillonario
Ricardo Ravelo
Desde el poder estatal, a la cabeza de su clan familiar, el gobernador Eduardo Bours ha amasado sin pudor en Sonora una fortuna incalculable al amparo del poder político. Dueño de medio estado, el grupo no cesa de comprar y de invertir en proyectos multimillonarios a pesar de que la PGR investiga la relación de sus empresas con el narcotráfico y el lavado de dinero. Aún así, Bours –entre cuyos sueños está el de llegar a ser candidato a la Presidencia de la República– es recibido en Los Pinos por el presidente Calderón para analizar, entre otros temas, el gran negocio que se avecina con la reforma energética...
CIUDAD OBREGÓN, SON.- Dueña del poder político del estado de Sonora y de una fortuna incalculable con empresas como Bachoco, Tepeyac, Ocean Garden, Larvas Génesis y Alma, la familia formada por los hermanos Bours Castelo no cesan de comprar y de invertir. Ya es dueña de medio estado, pero lo quiere todo.
Mientras se prepara para dejar en la gubernatura a uno de sus incondicionales, así como para postular al actual mandatario Eduardo Bours para “la grande”, el clan aplica grandes sumas de capital o explota con frenesí varios de los más lujosos hoteles de la región, el sistema de transporte más próspero de la entidad, siete minas y enormes extensiones de tierra con sofisticados sistemas de riego para sus cultivos de cártamo, trigo y mandarina, además de tener actualmente en desarrollo los proyectos de acuacultura más ambiciosos que se hayan visto en el país.
Y, por si fuera poco, de acuerdo con la averiguación previa PGR/SON/HM-UMAN-LL/338/2007, personajes muy cercanos al gobernador Eduardo Bours, entre ellos su jefe de escoltas, Lázaro González Cruz, operan la más amplia red de narcotráfico (y narcomenudeo) en el estado. Esto, afirman los documentos, ha sido “solapado y (está) bajo la protección” del mandatario estatal.
En otro segmento de la historia, el enviado de Proceso escribe:
Dueños de Sonora
HERMOSILLO, SON.- Nadie los detiene. Los hermanos Bours Castelo, encabezados por Ricardo y Eduardo, gobernador de la entidad este último, son considerados por los empresarios locales y por allegados a su familia como los hombres más poderosos de Sonora económica y políticamente.
De 2003 a la fecha, al amparo del poder, este clan logró desplazar a los industriales regionales y foráneos para erigir un próspero emporio que se expande más allá del territorio sonorense. Y en sólo cinco años, Eduardo Bours puso en operación una estrategia que le ha resultado eficaz: combinar la política con los negocios.
Tal es el control que ejerce esta familia que sus industrias abarcan casi todos los sectores productivos: el turismo, el ramo avícola y minero; domina también el mercado nacional de los fertilizantes, tiene participación en la aviación, el transporte terrestre y alimentos balanceados; controla la venta de tractores y el negocio automotriz a través de las agencias Ford…
Apenas tomó posesión como gobernador, el 13 de septiembre de 2003, Eduardo Bours decidió cambiar todo el parque vehicular del gobierno estatal. Con esta acción no sólo cumplió uno de sus “caprichos”, como dicen los sonorenses, sino que convirtió a las concesionarias Ford de la entidad en prósperos negocios que son controlados por su familia. Desde entonces, todas las patrullas que circulan en Sonora tienen esa firma automotriz.
Junto con su hermano Ricardo, Eduardo comenzó a comprar grandes extensiones de tierras en Sonora, Sinaloa y otras zonas del país para impulsar uno de los negocios familiares más rentables: la acuacultura y otros desarrollos de granjas acuícolas donde cultivan camarón de alta calidad para exportación.
Entonces, Ojo Avizor puntualizaba: Para reflexionar este caso en el que se mezclan pasiones políticas, supuestas venganzas de delincuentes agraviados y presuntos negocios ilícitos afectados por el cumplimiento de la ley en Sonora.
Esto no es una película del bajo mundo.
Es una historia real que puede generar muchas sorpresas de todo tipo.
Proceso es una revista seria, hasta donde sabemos. Si se metió en esta historia es que tiene en su poder valiosa información con la que se puede defender en un juicio.
El gobernador Bours, por su parte, está en todo su derecho a demandar a la publicación y exigir una investigación seria, formal, sin que la prensa litigue hacia uno u otro lado.
Las palabras de Bours son para analizar detenidamente, ya que en pocas palabras está denunciando que la “narcopolítica” está inmersa en la preparación de las estrategias instrumentadas rumbo a la disputa por la candidatura presidencial en el PRI.
El párrafo del comunicado no deja lugar a dudas:
Consideró que la información manejada por Proceso es “reacción de personas del crimen organizado, a quienes se les ha tocado sus intereses en Sonora, ligado a algunos que están preocupados más de lo que se pensaba por el 2012”.
Lo dice el gobernante, el hombre mejor informado de Sonora.
Lo dice el político que está enlistado como uno de los probables aspirantes a la candidatura presidencial en 2012.
Esas ligas denunciadas por Bours podrían ser muy peligrosas, si se entiende que es la acción de una unión de dos fuerzas. Y que en su momento ejecutarán el movimiento como uno solo, en una misma dirección, sumando el valor de ambas partes.
Ese ingrediente puede ser sumamente explosivo en la sucesión gubernamental de Sonora.
La sucesión presidencial está lejos todavía.
Sonora es lo que debe preocuparnos.
A toda la sociedad.
No nada más a la clase política.
Por la salud de todos.
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